Guinea libera a los cuatro españoles detenidos en enero en una redada
El ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, calificó ayer de "muy positiva" la decisión del Gobierno guineano de dejar en libertad provisional a los cuatro ciudadanos españoles detenidos en una redada contra miembros de la oposición, el pasado mes de enero, tras un confuso incidente armado en la isla de Bioko en el que murieron cuatro militares y un civil. Los cuatro ciudadanos españoles de origen guineano se encuentran desde ayer en domicilios de familiares en la isla de Bioko, de donde son originarios. La embajada española en Guinea, que ofreció asistencia a los cuatro detenidos durante las ocho semanas que han permanecido en prisión, se mantendrá en contacto con ellos hasta la celebración del juicio. Los acusados deben presentarse ante las autoridades cada tres días y tienen prohibido abandonar el país.
José Luis Aran Omao, Alex Choni, Francisco Biacho y Juan de Dios Ripue habían sido acusados de pertenecer al Movimiento para la Autodeterminación de la Isla de Bioko. Otras cincuenta personas, todas ellas de la etnia bubi, mayoritaria en la isla, permanecen detenidas acusadas de pertenecer a dicho movimiento, que defiende la independencia de la antigua Fernando Poo. Los cuatro españoles, uno de ellos ex legionario, se encontraban en la isla visitando a sus familiares cuando se produjeron los incidentes del pasado 21 de enero, que dio lugar a la redada.
El pasado jueves, Matutes solicitó a su homólogo guineano, Miguel Oyono, que le visitó en Madrid, la libertad de los cuatro detenidos como condición para la normalización de relaciones entre ambos países. España ha reducido sensiblemente su cooperación con Guinea por las constantes violaciones de los derechos humanos del régimen de Teodoro Obiang. En la misma entrevista, Matutes subrayó que el juicio sobre la responsabilidad de los detenidos en los incidentes de enero será una "excelente ocasión" para demostrar el compromiso que el Gobierno de Guinea dice tener con la defensa de los derechos humanos. Oyono invitó ayer a observadores internacionales a que sigan el juicio.
