El descontento de 30 eurodiputados

El desastre no sólo produjo frustración en centenares de miles de aficionados, sino que puso en evidencia el fracaso de la organización de Francia 98 en su sistema de venta de los 2,5 millones de entradas disponibles. La Unión Europea ya advirtió a los organizadores de que no podía privilegiar sólo a los habitantes de Francia y, bajo la amenaza de una fuerte multa, consiguió que por fin se pusieran a la venta las 110.000 entradas de ayer.

Sin embargo, eso no ha dejado contentos a 30 eurodiputados, que ayer presentaron una demanda judicial en un tribunal de París. Su petición es que se pongan a la venta 712.784 entradas más (un 30% del total) para personas no residentes en Francia. Estas entradas ya han sido asignadas a compradores franceses.

En la denuncia, los eurodiputados argumentan que sólo un 26,4% de entradas habían estado a disposición de no franceses y que eso era inaceptable ya que las leyes europeas garantizan la libertad de movimiento de servicios, incluidas las entradas para acontecimientos futbolísticos.

Prioridad

Francia 98, por su parte, argumenta que ya que la mayoría de los gastos en infraestructuras y remodelación de estadios iban a ser sufragados por los ciudadanos franceses, es lógico que tengan prioridad para conseguir entradas para el evento, que se disputará del 10 de junio al 12 de julio. El tribunal francés entenderá el caso el próximo 20 de mayo. La demanda ha sido presentada por el abogado belga Luc Misson, que ya defendió al futbolista Jean Marc Bosman en un caso histórico, en nombre de los eurodiputados, quienes se declararon aficionados futbolísticos y abrieron una cuenta abierta para financiar la demanda. La Comisión Europea, sin embargo, se mostró ayer satisfecha por la resolución del problema de las localidades, "Esto es un éxito", dijo el portavoz del comisario de Libre Competencia, Karel van Miert. "Hemos salvado lo que podía ser salvado [las 110.000 entradas puestas ayer a la venta].