_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Pintores

Félix de Azúa

Es aconsejable hablar con los artistas llamados plásticos. Un pintor razonando sobre su oficio (en privado, ¡nunca en público!) ilumina más que 10 libros sobre la insólita compulsión de crear imágenes. Gracias a la generosidad de Felipe Garín y Alfonso Muñoz convivo unos días con los becarios de la Academia Española de Roma. Una vez más me asombra el camino por donde las ideas llegan hasta las telas; lo que Picasso llamaba «la materialización del sueño». Un atleta vasco corre todas las mañanas por los caminos y jardines de Gianicolo hasta caer agotado. Entonces pinta paisajes ácidos, angustiosos, de un hiperrealismo alucinado. ¿Cómo han cristalizado esos volúmenes en su mente? Jadeando monte arriba, solo y en silencio. El segundo becario usa tintas negras; en el vientre de la oscuridad aparecen claros de bosque o senderos, o un colchón y platos desportillados, o una mesa rota. Le digo: ¿no falta algo? Contesta: ¡Si supieras lo que me ha costado sacar ahí fuera esa mesa! Es un sueño en despliegue y no sabe si quiere ver el siniestro objeto que le espera al final. El último es un valenciano jovial y tiene ya media docena de cuadros y un cuaderno entero de dibujos. Su motivo: urbanizaciones de los años cincuenta, edificios vagamente racionalistas tratados con una paleta luminosa. Todos los días toma el tren para Ostia y observa los tendidos eléctricos, las señales de circulación, los viejos chalets. Allí está su ciudad, la que ya encontró en América, la que está en todas partes pero nunca es igual. Él pinta para encontrarla y vivir en ella unas horas. Todos han precisado viajar hasta Roma para pensar lo que pintan y pintar lo que piensan. Pero no pintan Roma, porque no se pinta lo que se ve; es Roma la que les pinta, porque se pinta lo que se piensa.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Félix de Azúa
Nació en Barcelona en 1944. Doctor en Filosofía y catedrático de Estética, es colaborador habitual del diario El País. Escritor experto en todos los géneros, su obra se caracteriza por un notable sentido del humor y una profunda capacidad de análisis. En junio de 2015, fue elegido miembro de la Real Academia Española para ocupar el sillón "H".

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_