El PRI instaura primarias para sustituir el "dedazo" en la elección de candidatos

El oficial Partido Revolucionario Institucional (PRI) atempera su histórico y antidemocrático dedazo en la designación de candidatos a cargos públicos, y concretamente a la presidencia de la República. El Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de la formación que gobierna México desde hace más de seis decenios autorizó la designación de los aspirantes a gobernador en los Estados de Tamaupilas, Puebla, Tlaxcala y Sinaloa a través del voto directo de la militancia. La dirección del PRI anticipó también una mayor apertura en la selección del cuadro del partido encargado de disputar la presidencia de México en las elecciones del año 2000.

«Por primera vez en la historia del país, el partido profundiza la vida democrática interna», destacaron sus dirigentes. Las condiciones marcadas por los estatutos del PRI en la designación de candidatos han sido frecuentemente protestadas por quienes las consideran auténticas trabas, candados a las aspiraciones de dirigentes con gancho popular, pero rechazados como candidatos por no reunir las exigencias de la normativa partidista. La pujanza opositora en los próximos escenarios electorales y los resultados de la consulta a las bases aplicada experimentalmente a principios de año en el Estado de Chihuahua parecen haber decidido la ampliación del sufragio a los cuatro Estados que en mayo renuevan su gobernación. «Se trata de que todos los aspirantes que tengan deseos de participar en la contienda interna con los requisitos establecidos y los apoyos del caso puedan inscribirse y hacer proselitismo y someterse a la votación directa de los militantes para que quien obtenga el mayor número de votos sea nombrado candidato del PRI», explicó Mariano Alcocer, máximo dirigente del partido gobernante.

El PRI, admitió Alcocer, pretende convencer de la sinceridad de su compromiso con la modernidad y los usos democráticos. «Creímos conveniente dar una muestra clara a la nación mexicana de que el cambio que está viviendo el partido es un cambio serio y profundo, y con rumbo». Pero no cualquiera puede aspirar a ser gobernador. Debe de cumplir unos requisitos: 10 años de militancia, haber ocupado un cargo de dirección en el partido y otro de elección popular, y contar con un mínimo de apoyos en los comités municipales y consejos políticos locales. Una comisión dictaminará sobre el cumplimiento de las condiciones.

El proceso de elección de candidato a las presidenciales del 2000 todavía está verde, acechado por el parque jurásico del PRI, y será objeto de discusión en la XVIII asamblea nacional del movimiento. «Queremos demostrar que la consulta no sólo opera en los Estados donde somos oposición, sino los Estados donde somos Gobierno, y que estas experiencias sirvan de base para enriquecer la discusión interna en el partido. La idea es que no haya decisiones verticales o cupulares», precisó Alcocer.