El Papa tendrá que esperar

El Papa tendrá que esperar. La frenética actividad estos días en el Santiago Bernabéu con las tareas para organizar la final de la Liga de Campeones traen de cabeza a todos los directivos, y sobre todo a su presidente. No se sabe si por un despiste o por exceso de trabajo, Lorenzo Sanz tuvo que suspender a última hora de la tarde de ayer la visita que hoy iba a realizar una representación del club a Roma, para acudir a la audiencia general que Juan Pablo II celebra todos los miércoles en la plaza de San Pedro. La versión oficial reconoce que algo tuvo que ver en la cancelación la falta de previsión en los horarios. El Madrid había previsto que Lorenzo Sanz, acompañado por Alfredo di Stéfano, el directivo responsable de la fundación Carlos Escudero, Manolo Sanchis, capitán del equipo de fútbol, y José Miguel Antúnez, capitán del equipo de baloncesto, así como sus esposas viajaran hoy a Roma en un vuelo privado. El club, en un principio, pensó que la audiencia papal comenzaba a las doce del mediodía, pero hasta ayer no supo que la hora para acudir a la plaza de San Pedro, por tratarse de un acto colectivo, eran las diez. Con tan poco tiempo para reaccionar, el Madrid se vio obligado a dejar para otro día la visita a Roma. Jesús Gil, presidente del Atlético de Madrid, acudió el año pasado para ser recibido por el Papa junto a su familia, Radomir Antic y Roberto Solozábal, aunque su estancia en Roma no fue tan fugaz como la que pretendía el Real Madrid.

El club había indicado en las últimas semanas que aunque la audiencia con el Papa estaba prevista desde hacía tiempo, la proximidad de la final de la Copa de Europa era una buena ocasión para realizarla, ya que así podían solicitar todas las indulgencias posibles. Ahora, el Real Madrid ha dejado para después del partido en Amsterdam el viaje, que esperan sea en esa ocasión para dar las gracias por el título continental.