Netanyahu afirma tras reunirse con Blair que está dispuesto a reactivar el proceso de paz
El primer ministro británico, Tony Blair, precedido por su aureola de impulsor de la pacificación del Ulster, lanzó ayer en Jerusalén un nuevo esfuerzo diplomático europeo para desbloquear el proceso de paz de Oriente Próximo. Los primeros frutos de su mediación se hicieron patentes tras la reunión de dos horas que mantuvo con el jefe del Gobierno israelí. Benjamín Netanyahu aseguró en una conferencia de prensa conjunta que está dispuesto a ir a "cualquier parte, posiblemente a Londres, el mes que viene para intentar avanzar en el proceso" de paz.
Netanyahu no quiso dar más detalles de su propuesta, pero Blair destacó la trascendencia del giro dado por el primer ministro israelí. "Su oferta es extremadamente importante", advirtió el mandatario británico. La visita de Blair -que se produce en un reavivado clima de tensión entre israelíes y palestinos por la muerte de un colono judío en un enfrentamiento sobre tierras en Hebrón -tiene como objetivo exponer una serie de ideas europeas para intentar contribuir a acabar con más de un año de estancamiento del proceso de paz. La recepción ofrecida al primer ministro británico por el Gobierno de Netanyahu ha sido mucho más cálida y receptiva que la brindada a su ministro de Exteriores, Robin Cook, cuando viajó hace un mes a la región. El propio Blair ha contribuido a ello con una serie de gestos que hacen más digerible para el Gobierno israelí la presencia del líder de la última potencia colonial en Palestina.
En su primer acto, Blair visitó el Museo del Holocausto -que había sido ignorado por el jefe de la diplomacia británica-, donde depositó una corona de flores. También eliminó de su programa la estancia de una noche en la región autónoma palestina de Gaza, aunque anunció que acudirá hoy a un campo de refugiados y se entrevistará con el presidente de la Autoridad Palestina, Yasir Arafat. En su primer acto oficial, el jefe del Gobierno británico quiso abrir la puerta a la esperanza en las negociaciones de paz entre israelíes y palestinos con el trazo de una línea entre el holocausto y el proceso de paz. "Ya que conocemos las profundidades a las que puede llegar la maldad de la humanidad, esperemos que en el futuro podamos mostrar la altura a la que la misma humanidad puede llegar", aseguró Blair.
Previamente, Blair había intentado rebajar las expectativas que se han abierto con su visita. Aunque confesó que no esperaba un gran logro durante su estancia en la región reconoció, sin embargo, que las lecciones aprendidas en Irlanda del Norte pueden ser útiles para el proceso de paz de Oriente Próximo.
Resumiendo su experiencia de las negociaciones de Stormont, Blair aseguró que "es necesario el empuje de la buena voluntad de ambas partes y encontrar un paquete completo para dos puntos de vista que son opuestos". El prirner ministro británico quiso hacer llegar sus consideraciones sobre la paz en un artículo que publicaron ayer los periódicos israelíes y palestinos, y pidió a ambas partes nuevos esfuerzos y que trabajen con EE UU para desbloquear la actual situación. Según Blair, el papel de la Unión Europea en el proceso de negociación debería consistir en "complementar la actuación norteamericana y no cruzarse en él". El primer ministro británico, cuya relación con la Administración estadounidense pasa por ser excelente, aseguró que "los americanos lideran los esfuerzos para hacer avanzar las negociaciones, en base al principio de paz por territorios, y nosotros [por la UE] los apoyamos".
Blair también anunció que esperaba aprovechar su estancia en la región para mejorar la situación económica de Gaza y Cisjordania, ya que, desde su punto de vista, "ayudar al desarrollo económico palestino daría un gran empuje al proceso de paz". También señaló que otra de sus preocupaciones es la situación de los refugiados e indicó que "no se puede ignorar que más de tres millones y medio de palestinos son refugiados".
Enfrentamiento en Hebrón
Poco antes de la llegada de Blair a Israel, un colono judío resultó muerto en las cercanías de Hebrón en una disputa sobre tierras entre pastores palestinos y varios rersidentes en un asentamiento israelí. En la reyerta resultaron heridos otro colono y uno de los pastores palestinos, cuyo estado era anoche de extrema gravedad. Los granjeros judíos y los pastores palestinos mantienen una larga controversia sobre tierras en la región de Cisjordania ocupada aún por Israel desde 1967. Según un portavoz del Consejo de Asentamientos Judíos, cuando los colonos trataron de expulsar de las tierras a los pastores palestinos, éstos se abalanzaron sobre granjeros judíos, les arrebataron las armas y dispararon contra ellos.
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