Borrell afirma que ningún candidato es "más heredero de González que otro"
José Borrell quiso dejar sentado ayer que la obra de Felipe González es patrimonio de todos los socialistas y no cabe, en estas primarias, que un candidato se presente con más títulos que otro en ese, terreno. "Nadie es más heredero que otro de Felipe González" sentenció en Elche (Alicante). Pero matizó, en una rueda.de prensa en Madrid, que las primarias van a aclarar quién está en el centroderecha y quién en el centro-zquierda dentro del PSOE.
Consciente de que desde la candidatura de su rival, Joaquín Almunia, se advierte a los militantes que al elegir a uno u otro candidato pueden acabar metiendo al partido en "una aventura", Borrell enfatizó ayer en la agrupación socialista de Elche que ninguno de los dos aspirantes representa "avatares peligrosos, ni rupturas, ni cambios dramáticos" para el PSOE. "Los dos, Joaquín Almunia y yo, hemos sido durante muchos años miembros de los Gobiernos de Felipe González y yo personalmente me enorgullezco de la tarea que hemos hecho bajo la dirección del mejor presidente del Gobierno que ha tenido España", proclamó. Antes del acto en Elche, Borrell había presentado a primera hora de la mañana, en una conferencia de prensa en el Congreso, el balance de su campaña hasta ahora y la maratón en que se embarcará de aquí al día de las votaciones, el 24 de abril. "Espero", comentó con humor, "no ganar las elecciones a título póstumo". Su equipo distribuyó un cálculo de asistentes a sus mítines que cifra en 38.000 personas el número de militantes y simpatizantes presentes en los actos.
El dato incluía los 20.000 que acudieron al acto de Sevilla que protagonizaron Joaquín Almunia y Felipe González -y en el que Borrell fue muy aplaudido al saludar a los asistentes- aunque el ex secretario de Estado de Hacienda reconoció que ese público acudió a una convocatoria que él no había hecho, por lo que la cifra de personas que han acudido a mítines exclusivamente suyos se reduce a 18.000.
El ex ministro de Obras Públicas elogió el clima en el que se están desarrollando las primarias y afirmó que va a hacer todo lo posible por aportar más credibilidad al proceso de la que ya ha aportado presentándose como aspirante, porque le interesa más que el PSOE "gane con brillantez el examen de democracia al que se está sometiendo" que ganar unos votos más para su candidatura.
Borrell ha dejado claro que la suya es una carrera con una meta más lejana que la de la votación de las primarias del próximo día 24. Por ello está marcando unos puntos de referencia ideológicos que, a la larga, servirán para diferenciar a quienes están en el centro-izquierda y en el centro-derecha del PSOE. Es decir, en todo caso, dentro del sector centrado del Partido Socialista.
Al hilo de esas consideraciones, Borrell previno en Elche a los militantes socialistas del riesgo de que surjan interpretaciones malintencionadas o simplemente equivocadas de las cosas que diga, y de las que pueda manifestar Almunia, para provocar réplicas airadas entre ellos, y aseguró que es una trampa en la que no piensa caer.
Apoyos sorprendentes
Ayer, Borrell insistió en que de estas primarias el PSOE no sólo saldrá más fuerte, sino con un mayor grado de amistad y convivencia entre sus dirigentes. Este canto a la unidad no le impidió comentar con ironía que a él le sorprendería mucho recibir apoyos - como los que ha recibido Almunia-, de compañeros de Gabinete con los que ha discrepado ideológicamente, en alusión inequívoca al ex ministro de Economía Carlos Solchaga. Borrell señaló en Madrid que uno de los comentarios más frecuentes que oye a las personas que le saludan por la calle o que acuden a sus actos es el de que les está devolviendo la ilusión. "Quizá alguno aproveche para llamarme ilusionista", bromeó. "Pero no es en absoluto lo mismo generar ilusión entre los militantes y los votantes del partido, que ser ilusionista".
El ex ministro de Obras Públicas defendió enérgicamente, y además como elemento diferenciador de su candidatura, que los socialistas y el conjunto de la sociedad española deben poner el mismo énfasis en resolver el problema del paro, sobre todo para los jóvenes y las mujeres, que el que se ha puesto en cumplir con los requisitos del Tratado de Maastricht.
Borrell defendió asimismo que se debería demostrar una mayor sensibilidad y atención hacia la concejal popular de Rentería (Guipúzcoa) que ha tenido que dimitir por temor a ser asesinada por ETA, que a la escandalera" sobre el espionaje a las sedes de Herri Batasuna, "un partido legal pero que no es democrático, y actúa como brazo político de una banda de asesinos", en opinión de Borrell. A continuación, añadió que toda actuación de un Estado, incluidas las escuchas telefónicas, debe ajustarse a la ley.
