Duelo en Irán

El lento proceso de evolución de la política iraní ha experimentado la dramática aceleración que muchos observadores se esperaban. Las manifestaciones de solidaridad con el alcalde progresista de Teherán, los enfrentamientos entre reformistas y fundamentalistas, los estudiantes arrestados en la universidad son la representación plástica de un conflicto político que implica a la cúpula de la teocracia. De una parte, al presidente (jefe del Gobierno) Jatamí, con sus ministros, los alcaldes de la gran mayoría de las ciudades, pero sobre todo el 70% del electorado, de los hombres, de los jóvenes, de las mujeres iraníes que en el mes de mayo pasado los elegieron. De otra parte, el vencido en aquellas elecciones, el presidente del Parlamento, Nateq Nouri; con él, el ayatolá Jamenei, heredero espiritual de Jomeini, junto a la vieja guardia islámica y a la mayoría del Parlamento iraní, elegido antes de que la primavera de Teherán llevase la victoria a los reformistas. ( ... )Solamente un Irán que entre a formar parte de la lista de países capaces de hacer política en lugar de proclamas de guerra y revolución ( ... ) podrá tener un papel digno de la civilización milenaria iraní. ( ... ) El deseo es uno solamente: que la lucha por el poder que asola Irán no haga que los líderes políticos pierdan de vista el objetivo final. Para la derecha y para la izquierda hay un único objetivo: devolver al país a la primera línea de la política mundial.