''Heynckes nos ha escuchado demasiado''
Roberto Carlos y Panucci dialogan sobre la obsesión por la Copa de Europa, Capello, Heynckes y su forma de entender el juego
Roberto Carlos: El problema del Madrid es que los madridistas quieren ganar siempre, y cuando no se gana un partido esa mentalidad puede perjudicar al equipo. Pero este es el mejor vestuario que he conocido. ¿Hace cuántos años que el Madrid no gana la Copa de Europa? Estamos a un paso de la final. Ahora es mejor ganar la Copa de Europa y si pensamos en ganar la Liga también, no llegaremos a ningún lado.Panucci: Cuando vas por la calle la gente nunca te habla de la Liga, te habla de la Liga de Campeones. Esto es una presión tan fuerte que nosacaba condicionando. Y las estadísticas dicen que es muy difícil ganar las dos competiciones.
R. C.: Desgraciadamente en el fútbol las glorias tienen un límite. Un año ganamos la Liga y el otro la Liga de Campeones. Este año podemos ganar la Liga de Campeones, pero no sé si el año que viene tendremos el mismo entusiasmo. La Juve está a punto de llegar a su tercera final consecutiva, pero tiene que tener cuidado, porque si se confía como ante el Borussia, va a perder otra vez. Todo depende de la parte psicológica de cada jugador. Cuando ganas tantos títulos la concentración disminuye, te sientes el mejor y el equipo contrario te supera. Yo pienso que si hay algo que le ha impedido al Madrid ser como la Juve o el Milan es su historia: se ha sentido superior y eso lo ha perjudicado.
P.: Yo no creo que estemos tan lejos de un ciclo exitoso. En el primer año, el Milan de Sacchi quedó eliminado de la UEFA en la primera ronda y ganó sólo la Liga y con Capello ganamos una sola final de las tres que disputamos en Liga de Campeones. Este equipo tiene que olvidarse de las glorias del pasado.
R. C.: Dicen que la Juve nos va a pasar por encima. Pero también dicen que Brasil es el número uno del mundo, y cuando se encuentra con un equipo que presiona y demuestra su fuerza dentro del campo, se le hace casi imposible ganar. A la Juve le pasa lo mismo que a Brasil.
P.: Lo único que le hace falta al Madrid es tener una disciplina táctica.
P.: Yo, si tengo que apostar apuesto por el Madrid. La final es algo muy diferente, se juega en campo neutral y en el fútbol nunca se sabe. Este año empezamos muy bien, luego caímos, hablaron de problemas de vestuario, de fallos del entrenador, y ahora podemos ganar la Liga de Campeones.
R. C.: ¿Sabes por qué? Porque la vida es como la Luna.
R. C. y P. (a coro): A veces sube y a veces baja.
P.: Capello siempre me trató como a un campeón, una vez me dijo: "Yo he tenido la suerte de entrenarte". Y a tí te enseñó mucho. Graclas a Capello eres un jugador más completo.
R. C.: Para Capello el fútbol era una cosa muy seria: de espectáculo nada. Dentro del campo siempre estaba enfadado, y luego iba y te abrazaba. Ahora Heynckes nos da más libertad, pero es curioso, yo estoy dando más asistencias que el año pasado, pero llevo un gol menos.
P.: Capello nunca te decía lo que tenías que hacer. Nunca te recordaba lo bueno. Siempre te buscaba el defecto. Te criticaba. Él es muy meticuloso no libra nada al azar, y discute todo con los jugadores.
R. C.: Pero a diferencia de Heynckes, Capello no fue bueno con los jugadores. Si tú cometías un error te la armaba, te faltaba el respeto y eso en el fútbol no se puede admitir. El fútbol no es eso.
P.: Heynckes es un buen técnico. Yo estoy mucho más contento con mi rendimiento esta temporada. Él te deja libertad de juego, el problema es que a veces se crean desequilibrios táctico s.
R. C.: A Heyrickes lo ha perjudicado venir del Tenerife, uno de los equipos que más problemas le ha dado al Madrid. Y la gente no se da cuenta de lo que ha hecho. En su primera temporada el equipo ya está en semifinales de la Liga de Campeones. Con Fabio Capello habríamos hecho lo mismo.
P.: Sí, Heyrickes nos ha tenido mucho respeto, siempre nos ha escuchado, pero eso ha sido un error. Nos ha escuchado demasiado.
R. C.: Siempre me ha preocupado mejorar mi parte defensiva. Pero para mí es mejor que el equipo contrario me marque a tener yo que marcar al equipo contrario. Si yo soy mejor que el punta del otro equipo lo voy a obligar a que me presione y a que me marque, y en 40 o 50 minutos va a estar demasiado cansado para hacer de delantero. Son pocos los equipos que tienen dos laterales como nosotros, cuando tenemos el balón intentamos crear algo importante en ataque.
P.: Nos complementamos. Yo por costumbre juego como los laterales del Milan, más retrasado. Si tú subes yo me quedo atrás. Creo que hay que dejarte, el equipo tiene que aprovechar tu potencial ofensivo.
R. C.: Yo a ti intento imitarte posicionalmente. No quiero jugar como tú pero mirándote aprendo a pararme en el campo. Lo único que te aconsejaría es tener un poco más de confianza en tí mismo. Tienes que conducir más el balón, tienes que aprovecharte de tu potencia. Cuando tengas el balón deberías decidir, y dejar el pase largo para cuando estés cansado.
P.: Puestos a buscar defectos a ti te falta un 5 o un 10% de colocación y a veces caes en el error táctico. Eso lo aprendí de Tassoti, que todo lo hacía con un metro de retraso para que no lo pillaran descolocado. Además, a veces presionas y te paras, cuando lo que tienes que hacer es buscar más la anticipación con tu velocidad.
R. C.: Se me critica porque rompo el orden defensivo. Cuando tengo el balón me voy siempre al ataque, y sé que puedo volver caminando porque atrás tengo dos jugadores que son una garantía, como Manolo y Redondo que me cubren. Ya se sabe que voy a dejar un hueco, y no es culpa mía. El equipo funciona así.
P.: Tenemos que aprovecharte, eso está claro: el 80% de los goles que mete el Madrid entran por la banda izquierda.
R. C.: Arriesgarse siempre merece la pena.
Los comienzos
Panucci: Yo nací en una familia de futbolistas. Mi abuelo y mi padre eran futbolistas. Llevamos el fútbol en la sangre.Roberto Carlos: En Brasil si tu naces hombre la conciencia te dice que debes ser jugador de fútbol. Mi padre me llevó a los clubes para que me probaran, y el primer objeto que recuerdo es un balón.
P.: Yo lo pasé bastante mal porque era muy blando. Llegar a profesional me costó mucho trabajo. Me rechazaron varias veces antes de aceptarme en los juveniles del Génova. Me salvó la fuerza de voluntad, tener buena cabeza es muy importante, más que la calidad. Conozco a muchos que tenían más talento que yo y fracasaron.
R. C.: Yo desde pequeño supe que tenía calidad. Pero no habría llegado aquí sin trabajar muchísimo. No sabía tirar faltas ni sacar córners, ni siquiera centrar, una cosa tan importante para un lateral. Lo más duro que me ocurrió fue en 1992. Entonces tuve la primera posibilidad de salir de Brasil. El Madrid tenía ojeadores allí. Yo jugaba en el Uniao Sao Joao y uno de ellos me propuso tras un amistoso contra el Atlético Mineiro. Pero después de una semana Ramón Mendoza dijo que yo no tenía ninguna posibilidad porque era muy bajito [1,68] para el Madrid.
El fútbol italiano
Roberto Carlos: El día que llegué a Italia dije que iba a jugar con alegría y muchos periodistas no lo entendieron: dijeron que estaba loco, que cómo llegaba diciendo esas cosas en un fútbol tan serio... Y después metí cinco goles seguidos en cinco jornadas y dije: "Esta es la alegría que quería demostrar, ¿no está feliz la gente ahora?''.Panucci: Allí el fútbol es muy diferente. Todo es táctica. Lo primero es no encajar goles, el espectáculo es secundario.
R. C.: Recuerdo que cuando el Inter comenzó a tener problemas la crítica cayó sobre mí porque la afición, cuando el Inter entraba en el campo, ¡cantaba para que yo metiera goles!. Y yo no soy un delantero, era una responsabilidad muy grande y algunos periodistas me perjudicaron mucho. Al punto que llegó Roy Hodgson y me puso de extremo izquierdo. Zagallo me llamaba y me preguntaba qué demonios hacía jugando en el centro del campo. Viví dos o tres meses muy difíciles. Por la velocidad que tengo me gusta correr por las bandas, ir y volver. Porque yo, la verdad, en 40 metros no existo.
P.: Yo en este momento estoy valorando más el aspecto humano más que el deportivo. La gente me ha tratado muy bien y quiero seguir en España. Quiero hacer mi experiencia de vida aquí.
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