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Turistas aislados por una ''cuestión de competencias"

El municipio cántabro de Tresviso, un pueblo de 70 habitantes en las estribaciones de los Picos de Europa casi ha doblado su población desde hace tres días. Los 80 litros de nieve que han caído en sólo 48 horas han dejado atrapados a 60 turistas en la localidad, situada a 890 metros de altitud. La única pensión de Tresviso sólo tiene capacidad para 14 huéspedes por lo que el resto de los turistas ha sido alojado en casas particulares.Mientras juegan a las cartas o deambulan por las calles cubiertas por medio metro de nieve, los forasteros no encuentran explicación lógica a su situación. Tresviso se encuentra sólo a ocho kilómetros de Sotres (Principado de Asturias) hasta donde las máquinas quitanieve mantienen libre el paso, pero por una cuestión de competencias no atraviesan la raya que divide a ambas comunidades.

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Así que para romper el cerco impuesto por el temporal, desde Santander (a 91 kilómetros de distancia) habría que enviar una máquina quitanieves atravesando Asturias. Ya hace ocho años el pueblo sufrió un aislamiento que duró tres semanas y el turrón navideño y las bombonas de butano se hicieron llegar en helicóptero.

Suerte en los Ancares

Tuvieron más suerte los turistas procedentes de Barcelona y Lugo aislados en los pueblos leoneses de Baluota y Suarbol, en la comarca de los Ancares. Aquí las competencias de una u otra administración autónoma (la gallega y la castellano-leonesa) no se convirtieron en un problema para los viajeros.Las máquinas quitanieves de la Diputación de Lugo lograron despejar la carretera de acceso a esas localidades (situadas en el término municipal de Candín) bloqueada a consecuencia de la intensas nevadas caídas en la zona desde el Jueves Santo.

Las quitanieves consiguieron llegar al lugar y despejar la carretera en su vertiente gallega, de forma que los visitan tes que desde comienzos de Se mana Santa permanecían en la zona haciendo turismo rural pudieron salir ayer hacia sus respectivos lugares de origen, según informa Europa Press. Sin embargo, estos dos pueblos permanecen aislados por carretera hacia la meseta castellano-leonesa, ya que las máquinas de la Diputación de León no lograron vencer la cantidad de nieve acumulada en el puerto de Candil.

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A pocos kilómetros, en una aldea del municipio lucense de Cervantes, un hombre enfermo hubo de ser rescatado por un vehículo todoterreno de la Guardia Civil. Un helicóptero medicalizado había intentado llegar a la aldea, pero la espesa niebla le obligó a quedarse en un lugar cercano.

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