El arzobispo Serafín de Atenas, cabeza de la Iglesia ortodoxa griega

Grecia inicia la Semana Santa ortodoxa de luto. Tras cuatro días de duelo oficial, el funeral del arzobispo Serafín, la cabeza de la Iglesia ortodoxa griega durante 24 años, se llevará hoy a cabo en el Primer Cementerio de Atenas con todos los honores reservados para los jefes de Estado.El arzobispo Serafín murió la madrugada del pasado viernes, después de pasar 45 días hospitalizado a causa de una infección respiratoria, y sin haber llegado a abdicar pese a sus 85 años, una delicada salud y a las luchas internas en el seno de la Iglesia ortodoxa. El Santo Sínodo ha anunciado la elección de un nuevo arzobispo para el 28 de abril.

Nacido en Carditsa, en el noroeste de Grecia, en 1913, el arzobispo se convirtió en un personaje clave tanto en la historia de la Iglesia ortodoxa como en la vida política y social de la Grecia contemporánea. El activo papel que desempeño en la resistencia contra los nazis durante la invasión alemana le valió la definición de patriota y hombre de acción.

Nombrado obispo de Arta en 1949, y de loanina en 1958, ayuda a la población local durante la ocupación y la guerra civil con medicamentos, comida y la construcción de escuelas. Su amistad con algunos miembros de la Junta Militar que gobernó Grecia de 1967 a 1974 influiría en su nombramiento como cabeza de la Iglesia griega pocos meses antes de la caída de la dictadura.

El primer objetivo del arzobispo sería el restablecimiento de las buenas relaciones de la Iglesia griega con la cuna de la cristiandad ortodoxa. Visita al Patriarca Ecuménico de Estambul y al resto de las cabezas eclesiásticas ortodoxas de Rusia, Polonia, Rumania, Serbia y Bulgaria. El intento conciliador culminaría con la visita a Atenas del patriarca Dimitris en 1987.

En cuanto a los católicos, acusaba a la Iglesia católica romana de amenazar la tradicional primacía de los ortodoxos en Europa oriental y llegó a pedir al Gobierno la expulsión del embajador del Vaticano en Grecia. Por supuesto, la petición nunca fue tenida en cuenta.

Durante sus 24 años al frente de la Iglesia oficial del Estado griego, el arzobispo Serafín presenció el juramento de seis presidentes de la república y de nueve primeros ministros. Y entre otras victorias, habría que destacar su enfrentamiento con el Gobierno socialista de Papandreu ante el intento de nacionalizar parte de las tierras de la Iglesia. También conseguiría llevar al Parlamento ,griego el espinoso tema de la relación entre la Iglesia y el Estado.-