La Ertzaintza busca en Durango a otro miembro del 'comando Mara'

La Ertzaintza (policía autonómica vasca) busca a Guillermo Merino Bilbao, vecino de Durango, por su presunta pertenencia al comando Mara de ETA, desmantelado en la citada localidad vizcaína el pasado martes, según informa la agencia Vasco Press. Merino es empleado de Telefónica, al igual que el etarra Gorka Fraile, de 27 años, que ingresó en prisión el pasado viernes por orden de la juez de la Audiencia Nacional Teresa Palacios. La magistrada decretó asimismo la puesta en libertad, a petición del fiscal, de María Piernavieja, de 21 años, novia de Fraile.El comando Mara, según fuentes de la investigación, tenía previsto realizar varias acciones terroristas en Asturias y Cantabria, además de atentar contra la vida del edil popular de Durango Juan José Gaztañazatorre, siguiendo las instrucciones recibidas de la responsable de los comandos legales de la banda terrorista, Soledad Iparraguirre, Amboto.

Fraile ingresó en prisión preventiva incondicional por los delitos de pertenencia a banda armada, depósito de explosivos y conspiración para el asesinato, ya que, según fuentes jurídicas, reconoció su participación en todos los hechos que se le imputan. Mientras, Piernavieja, que negó conocer estas actividades, deberá comparecer cada diez días ante el juez de Durango.

El comando desarticulado el martes era supuestamente responsable de colocar el pasado 21 de febrero un artefacto explosivo en la sede del PP en Santander, cuando se celebraba un encuentro de Nuevas Generaciones. También se le imputan las explosiones contra intereses turísticos en el Mediterráneo realizadas por ETA en 1997.

Bombas en la procesión

Por otra parte, unos desconocidos lanzaron la noche del Viernes Santo dos cócteles mólotov contra la procesión que se celebraba en la localidad navarra de Corella. El ataque se produjo desde una casa de poca altura situada a las afueras del pueblo.Los artefactos incendiarios, que iban en el interior de una bolsa de plástico, impactaron contra el paso de la Dolorosa, último del cortejo y tras el que desfilan los miembros del Ayuntamiento y la banda de música, sin causar más que una intensa humareda que obligó a suspender la procesión varios minutos.