"El Supremo deja bien barato matar", afirma la madre de David Martín
Las heridas abiertas por el crimen de David Martín, asesinado de una brutal paliza en octubre de 1995 en Arganda del Rey, siguen abiertas. La sentencia del Tribunal Supremo que ratifica las polémicas penas impuestas por la Audiencia de Madrid a los cinco procesados fue recibida con "rabia, indignación e impotencia" por la madre del fallecido. "Tenía la esperanza de que el Supremo castigase a los asesinos, pero veo que no. Puedo decir que ha dejado bien barata la muerte de mi hijo", dijo ayer visiblemente nerviosa la madre de David. Para esta mujer, la decisión de ratificar la sentencia de la Audiencia (que sólo condena a un procesado, Miguel Ángel Castellanos, por homicidio y al resto les impone penas de ocho años a tres semanas) muestra que la justicia "ayuda a los asesinos".El Movimiento contra la Intolerancia también lamentó la sentencia por la "sensación de impunidad" que transmite: "La decisión genera desconfianza en la justicia, muestra el abandono de ésta hacia víctimas y familiares, y refleja escasa sensibilidad ante la violencia urbana".
El Supremo denegó la solicitud del fiscal, la acusación particular y la acción popular de que al menos otros tres procesados fuesen condenados por homicidio. El fallo contó con el voto particular del presidente de la Sala de lo Penal, José Jiménez Villarejo, quien apoyaba esta idea, informa Efe. "Todos ellos debieron ser condenados como coautores de un único delito de homicidio... No fue obra solamente del que le asestó el último y definitivo golpe, sino también de los que, inmediatamente antes, le golpearon repetidamente hasta hacerlo caer al suelo aturdido y sangrando", señaló Jiménez Villarejo en su voto.
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