La Mesa de Navarra sólo coincide en que impedirá cambios impuestos desde fuera
Sólo la voluntad de los navarros debe definir su futuro. Este escueto mensaje es el fruto visible de tres horas de reunión mantenida ayer por los partidos navarros del bloque democrático, reunidos por el presidente de la comunidad, Miguel Sanz, en torno a la Mesa por la Paz de Pamplona, que este año cumple su décimo aniversario. Del documento propuesto por Sanz únicamente salió adelante la idea de que Navarra no aceptará ningún cambio impuesto desde otros foros de pacificación en su actual estatus jurídico-institucional.Fuera de ese consenso, la Mesa no avanzó ni un ápice en fórmulas comunes para la paz. El trabajo no era fácil puesto que cada partido (Unión del Pueblo Navarro, Partido Socialista de Navarra, Convergencia de Demócratas de Navarra, Eusko Alkartasuna e Izquierda Unida) llevaba sus propias reflexiones al documento que Sanz les entregó ayer.
El presidente de Navarra fue el único que compareció ante los medios de comunicación para dar lectura al breve comunicado conjunto en el que la Mesa reivindica para Navarra una voz propia en el proceso de pacificación y materializa su incapacidad para ir más allá acudiendo a la fórmula del "intercambio" de los diversos documentos entre partidos, lo cual relega cualquier consenso a futuras reuniones.
Los portavoces políticos abandonaron la sede del Gobierno foral negándose a hacer declaraciones. Sanz, al margen de reconocer que persisten grandes diferencias, eludió con evasivas cualquier pronunciamiento sobre la falta de otros resultados del encuentro y la consiguiente frustración ciudadana.
El documento redactado por Sanz, asumido por su partido, UPN-PP, constata la persistencia de un escenario de violencia terrorista que impide cualquier intento para una salida dialogada y aboga por continuar "la represión mediante la ley" y depurar el aislamiento político e institucional, no sólo de HB, sino de cualquier grupo o colectivo vinculado al llamado MLNV .
UPN-PP propone incluso no apoyar iniciativas que estén dirigidas a borrar las huellas de la movilización de Ermua.
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