Molins desplaza a Mas como candidato de CiU para la alcaldía de Barcelona

La de Artur Mas fue una renuncia anunciada. En cierta forma, la asumió el propio consejero de Economía y Finanzas de la Generalitat catalana el pasado lunes cuando condicionó la continuidad de su candidatura a que el presidente Jordi Pujol dijera de forma más o menos explícita que podía prescindir de él como consejero. Pero Pujol, a lo largo del fin de semana, una y otra vez insistió en que Mas era un excelente consejero y prefería, por tanto, mantenerle en su gobierno.Incluso los sondeos anunciaban la renuncia: el portavoz parlamentario de Convergéncia i Unió (CiU) en el Congreso de los Diputados, Joaquim Molins, resultaba un candidato más popular y sólido que Artur Mas.

Mas compareció anoche ante los 23 miembros del comité territorial barcelonés en su doble condición de aspirante y de presidente de Convergéncia Democrática de Catalunya (CDC) en Barcelona. El comité territorial, por 20 votos a favor, dos en contra y una abstención, decidió proponer un solo candidato al consejo de Barcelona.

Conversación con Pujol

El resultado de la reunión quedó claro desde el principio, cuando Mas informó al comité de su última conversación con Pujol, mantenida por la mañana en el Palau de la Generalitat. Pujol no sólo le había reiterado su deseo de que continuara en su gobierno, sino que le anunció que formaría parte, en lugar destacado, de las listas de candidatos al Parlament en las autonómicas y que, de lograr CiU una nueva victoria, continuaría como consejero.Artur Mas subrayó ante la prensa que habían sido los miembros del comité, y no Pujol, quienes habían tomado la decisión. Pero, una vez conocida y muy clara la opinión de Pujol, el comité sólo tenía una opción.

La pregunta formulada al comité fue indirecta: ¿querían proponer al consejo de Barcelona un solo nombre, o bien dos? Quedaba sobreentendido que, siendo Joaquim Molins ya un aspirante en firme, de optarse por un solo nombre sería el suyo. Mas se retiraría. El resultado fue concluyente. Y, una vez conocido, Mas llamó personalmente a Molins para comunicarle la noticia.

"Siempre he procurado subordinar mi interés personal al interés colectivo, sea del partido, sea del Gobierno. Estaba muy ilusionado ante la posibilidad de ser candidato. Reconozco que me siento disgustado. Pero no me siento derrotado. Y entiendo las razones del comité y del presidente Pujol", dijo Mas cuando compareció ante la prensa para informar de la decisión del comité. "Por supuesto", añadió, "Molins tiene desde ahora mi apoyo y el de todo el comité".

El jueves, cuando se reúnan los tres centenares de miembros del consejo de Barcelona de' CDC para decidir oficialmente su candidato a la alcaldía, no hará falta votar. Bastará con aclamar a Molins, único aspirante, que será designado oficialmente candidato el próximo jueves.