Conductores arrogantes
A la vuelta del pasado puente de San José pude observar, de nuevo, el comportamiento de determinados conductores que por sus características deberían ser conductores serenos, seguros y maduros: personas de entre 45 y 55 años de edad, al volante de vehículos de más de tres millones de pesetas, solas o acompañadas de sus familias (este término parece carecer de importancia).Sin embargo, es frecuente ver cómo echan por tierra todas las ventajas que les aportan su experiencia, plenitud de facultades y supuesta educación, conduciendo de un modo arrogante y agresivo, a velocidad excesiva y sin respetar distancias de seguridad. Utilizan las luces a modo de ametralladora para quitar de en medio a aquel que ose invadir el carril izquierdo de la autopista, que les pertenece de forma exclusiva. Y yo me pregunto, de nuevo, si las inversiones realizadas para mejorar la red viaría y para desarrollar nuevos sistemas de seguridad en los coches sólo sirven para esto. Por otro lado, ¿cómo es posible que alguien viaje habitualmente en estas condiciones sin ser jamás sancionado?-
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