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La cuarta fase de la 'amnistía' del Ivima recibe 1.764 solicitudes

La cuarta fase de la amnistía para ocupantes irregulares (compras fraudulentas, subrogaciones bajo cuerda) de pisos sociales del Instituto de la Vivienda de Madrid (Ivima), de la Comunidad, ha tenido más éxito que las tres anteriores. Un total de 1.764 vecinos de barriadas que en total tienen 13.000 pisos han solicitado regularizar su situación en esta última convocatoria, cuando la suma de las peticiones de las otras tres (donde hay un total de 25.000 casas) fue de 1.662.Esta cuarta fase de la amnistía, cuyo plazo de presentación de peticiones se cerró el pasado 7 de enero, afecta a 10 barrios construidos por el Ivima o por el extinto Ministerio de la Vivienda, como el Gran San Blas, San Fermín, Orcasur o San Vicente de Fuencarral. Las anteriores se ciñeron a vecindarios como los de Comillas, Canillas, Puerta de Madrid (Alcalá de Henares), Villaverde Cruce, UVA Hortaleza, Juan Tornero (Latina), Cornisa de Orcasitas o Entrevías.

El número de arrendatarios del Ivima en situación irregular nunca se ha conocido con exactitud, pero las estimaciones del Gobierno regional al inicio de este proceso, en 1995, hacían referencia a unas 15.000 familias en todo Madrid. El Ivima gestiona un total de 90.000 pisos en la región. Por ahora, sólo 3.426 vecinos han solicitado la amnistía. De las 1.662 solicitudes presentadas en las tres primeras convocatorias, están resueltas ya 1.258.

Para acogerse a esta medida excepcional, es imprescindible utilizar la vivienda como morada habitual desde antes del 1 de junio de 1994 y no poseer otro piso en la región. También se exige no ganar más de 2,5 veces el salario mínimo interprofesional.

La directora general de la Vivienda de la Comunidad, Amalia Castro-Rial, asegura que está previsto poner en marcha antes de finales de año una convocatoria escoba de regularización para que se presenten a ella los que no lo han hecho en los plazos, que correspondían a sus barrios.

El proceso de regularización es largo. Primero hay que intentar localizar al primitivo titular de la vivienda y después arreglar la situación del nuevo.

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