Exploradores a los 18 meses
Entre el segundo y el tercer año de vida, los niños ya han desarrollado pautas emotivas de carácter moral. Han interiorizado un conjunto de reglas y responden negativamente cuando las cosas no están bien.Ésta es una de las aportaciones del psiquiatra R. Emde, profesor de las universidades de Colorado y Denver y del Instituto de Psicoanálisis de Denver (EE UU), en su estudio sobre investigaciones recientes y conceptos cambiantes del desarrollo precoz. El profesor Emde ha participado en las V Jornadas Internacionales sobre Avances en el conocimiento del bebé, organizadas en Barcelona por la Fundación ANNE, dedicada a la atención de niños con necesidades especiales.
Según Emde, "Freud, contrariamente a lo que se cree, infravaloró el factor no consciente, pues las investigaciones recientes demuestran que hay todo. un conjunto de hábitos y normas no conscientes que aprendemos igual que lo hacemos respecto a las reglas de la gramática. Es decir, sin explicitarlas", sostiene.
"Hay una gramática que establece el desarrollo moral temprano", continúa, "y que viene determinada por los cuidados del recién nacido, la reciprocidad y los hábitos y rituales familiares".
Para Emde, el desarrollo moral temprano debe evaluarse en el contexto de los primeros cuidados emotivos, y empieza entonces, y no más tarde, la genealogía de las pautas morales del individuo.
Coincidiendo con el pediatra Brazelton en cuanto a las posibílidades de intervención familiar durante los primeros meses de vida para prevenir problemas futuros, Emde situó como objetivos evaluadores de una buena salud mental de los niños pequeños, antes de los tres años, tres ámbitos.
"Que sean abiertos a experiencias nuevas y no cerrados (las respuestas al dolor, a la exploración y a la adaptación nos darían la medida de este aspecto). Que puedan compartir y estén orientados a nosotros, superando el egocentrismo. Y, finalmente, creemos que es muy importante la actividad imaginativa".
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