Los béticos pierden pedigrí en Anoeta
El Betis perdió ayer su condición de invicto en Anoeta, a la quinta ocasión. Hasta entonces había gestionado con éxito cuatro encuentro (tres de Liga y uno de Copa del Rey) sumiendo a la Real Sociedad en una cierta depresión cada vez que lo tenía enfrente. Ejercicicos futbolísticos y detalles de fortuna le habían avalado en sus visitas al nuevo estadio donostiarra pero ayer fue incapaz no ya de mantener la estadística sino de simular el intento.Su fútbol resulta demasiado espeso. Las lesiones le han vuelto inseguro en defensa y el equipo arrastra esa rémora por todo el campo. Alfonso se multiplica en acciones que luego limitan su frescura en los momentos culminantes; Finidi dista mucho de ser el extremo veloz y hábil que solía, y ayer apenas ocultó una cierta apatía. Los demás corren pero juegan en espacios cortos. La Real recobra el tino. Ayer destapó a su fantasma particular y de paso recobró la tercera plaza.
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