La patronal italiana rompe el diálogo sobre la jornada de 35 horas semanales

Confindustria, la patronal italiana, dio ayer un portazo a las negociaciones que mantiene con el Gobierno sobre la futura implantación por ley de la jornada de 35 horas. Giorgio Fossa, presidente de la organización, abandonó la mesa de discusiones en Palazzo Chigi, sede de la Presidencia del Gobierno, amenazándo al Ejecutivo de centro-izquierda con considerar papel mojado importantes acuerdos de concertación laboral, como el fin-nado en julio de 1993 y el más reciente pacto de trabajo, que data de mediados de 1996.Se trata de un importante revés para el Gobierno que preside Romano Prodi, enfrentado en estos momentos también a los tres principales sindicatos del país que re claman fondos e iniciativas para afrontar el problema del desempleo en el sur de Italia.

Lo que ha decidido a Confindustria a romper el díalogo con el Gobierno, según manifestó Fossa, es que en la mesa negociadora no se presentaron, junto al tema de las 35 horas, otros aspectos que la patronal reclama sean tratados paralelamente, como el trabajo, la competitividad, la flexibilidad laboral, etcétera. Antes de tomar una decisión definitiva sobre la ruptura, la Confindustria convocará una junta extraordinaria de la organización.

La postura de la patronal fue duramente criticada ayer por el secretario general del sindicato excomunista CGIL, Sergio Cofferati, como un gesto "irresponsable". La mayoría de los portavoces de los partidos que apoyan al Gobierno en el Parlamento se expresaron en el mismo sentido. Confindustria recibío, en cambio, el apoyo del líder de la oposición, Silvio Berlusconi.