Denuncias de fraude en las presidenciales de Armenia
Levón Ter-Petrosián tuvo que sacar los tanques a la calle en septiembre de 1996 para hacer efectiva la proclamación de una victoria que estuvo viciada por las denuncias de fraude masivo en contra de su principal rival, Vazguén Manukián. Ayer, con la presidencia de Armenia otra vez en juego, los estados mayores de ManukIán, que repite suerte, y de Karen Demirchián, que fue en tiempos soviéticos, durante 14 años, jefe del partido comunista en la república, advertían del grave peligro de que el juego sucio convierta otra vez el proceso en una farsa. El beneficiado sería en esta ocasión el primer ministro Robert Kocharián, ex líder del Alto Karabaj, el enclave armenio en territorio azerbaiyano que originó la primera gran guerra étnica de la URSS. Cuando, en 1994, se alcanzó un frágil alto el fuego, habían muerto 25.000 personas y un millón más se habían convertido en refugiados. El montañoso enclave y otros 8.000 kilómetros cuadrados de tierra azerbaiyana quedaron en manos armenias.La disposición de Ter-Petrosián a devolver parte de lo conquistado como paso previo para una paz estable le aisló y le obligó a dimitir a comienzos de febrero. Nadie parece echarle de menos ni reclama su herencia. Aunque la lucha por la vida sea patética en Armenia, donde el sueldo medio mensual apenas si llega a las 3.000 pesetas, el nuevo presidente tendrá las manos atadas para buscar en el petróleo azerbaiyano del Caspio, que tendría en Armenia una de sus más claras vías de transporte hacia Europa, una salida a la miseria.
Con 12 candidatos, tres de ellos bien situados, parecía ayer casi seguro que la presidencia se tendrá que decidir en una segunda vuelta, el 30 de marzo. Kocharián, el hijo de Karabaj, y Demirchián, en quien muchos buscan la estabilidad y seguridad en el futuro de los tiempos de la URSS, parecían disponer de las mejores bazas para disputar el mano a mano. Los primeros resultados se esperaban para la pasada madrugada, aunque no serán significativos hasta el mediodía de hoy.
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