El Real Madrid entabla un pulso con la Administración por el Bernabéu
El Real Madrid se resiste a realizar las obras para eliminar las 49.000 localidades de a pie del Santiago Bernabéu, como se le exige por decreto para la próxima temporada. No elude un pulso con la Administración. Para ello ha recurrido a dirigentes del PSOE para plantear al Gobierno una modificación del decreto por el que se obliga a que los estadios de Primera División sean todos de asiento. El Madrid insiste en que se haga una excepción, en forma de moratoria de dos años para cumplir esta normativa. La Administración no está dispuesta a concederla, postura que apoyan varios clubes, como el Barcelona, porque entienden que todos los demás clubes cumplieron con la ley. "El Real Madrid está dispuesto a echar un pulso al Consejo Superior de Deportes (CSD)", señalaron fuentes de este organismo, a través del cual el Gobierno regula la administración deportiva y el más directo opositor a la pretensión del Real Madrid. El Gobierno, a través del CSD y del Ministerio del Interior, al que compete la seguridad en los campos, no está dispuesto a hacer excepciones y, por lo tanto, a modificar con un real decreto lo que reguló con otro dictado hace cinco años. Hasta el CSD ha llegado el aviso de los dirigentes del club: "El Madrid está dispuesto a sacar a su gente [por sus aficionados] a la calle".El Madrid, en estos años, ha hecho caso omiso a las exigencias del decreto 769/93, promulgado con el objetivo de evitar la violencia en los campos de fútbol. Según este decreto, el Madrid tiene que eliminar 49.000 localidades de a pie con que cuenta ahora su campo del Santiago Bernabéu. Con esa medida su aforo actual de 105.000 espectadores se reduciría a 70.750, cuando su masa social es de 60.000.
Varios clubes de Primera División, entre ellos el Barcelona, ya han hecho llegar su malestar a la Liga Profesional y también al CSD, al considerar que se sentaría un agravio comparativo si el Madrid es el único club que gozase de una moratoria (El Oviedo y el Betis, únicos equipos junto con el madridista que no han cumplido la normativa, se han comprometido estos días a llevar a cabo las obras necesarias antes de la próxima temporada). Y muchos de ellos perdieron localidades por efecto de las obras, como sería el caso del Madrid. El Sporting de Gijón, al verse obligado a eliminar las localidades de a pie de su campo, ha perdido casi 12.000 localidades; el Valladolid, más de 6.500; el Athletic de Bilbao, el Salamanca y el Tenerife, casi 6.000 cada uno; el Racing, más de 3.000; el Barcelona, 3.000; el Celta, más de 2.000.
El Gobierno, a través del Ministerio del Interior y el Consejo Superior de Deportes, no es partidario de modificar el real decreto para no sentar agravios comparativos. El Madrid ha puesto en juego todas las cartas a su alcance. Ha recurrido al PSOE, el partido que en su día aprobó el real decreto que obliga a todos los clubes a sentar a sus espectadores por motivos de seguridad.
El Madrid estima que realizar las obras exigidas supone una reducción de su aforo y una pérdida de ingresos de unos 2.000 millones de pesetas por temporada. "Nuestra referencia es el Barcelona y no podemos iniciar competir en esa inferioridad de espectadores y de ingresos", aseguró un directivo del club madridista, para el que la solución idónea es construir un campo nuevo. "Mataríamos cuatro pájaros de un tiro", fue la conclusión de este directivo.
En el seno del club madridista reconocieron que este asunto es complejo y delicado: "Tiene que pasar por una solución política". "A la vista del posible acuerdo, si el Madrid se plantea construir un nuevo campo, lo más lógico sería pedir y que nos concediesen la moratoria del decreto que obliga a que todas las localidades de los campos sean de asiento".
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