Así no

No es de extrañar, estamos acostumbrados a ello. Hace pocas semanas, la prensa israelí calificaba al vicepresidente de la Comisión Europea, Manuel Marín, de antisemita; días más tarde, el embajador de Israel en Madrid, Ehud Gol, tachaba a la juventud española de racista y antiisraelí, y lanzaba un duro ataque a los medios españoles de comunicación acusándoles de propalestinos; finalmente, en su entrevista con EL PAÍS, el jefe del Gobierno israelí,Pasa a la página siguiente

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Benjamín Netanyahu, afirma tajantemente que los europeos no saben nada de Oriente Próximo, y, decía, "sólo Estados Unidos nos entiende".

Esta es la tradicional política de los dirigentes israelíes cuando alguien se opone a su política: le tachan de antisemita o de pronazi, van de víctimas por el mundo. Olvidan que la mayor parte de los árabes son semitas y gran parte de los israelíes no lo son.

Hasta hace pocos años, con las medias verdades podían engañar a parte de la opinión pública, pero hoy día, con Netanyahu en el poder incumpliendo los acuerdos alcanzados con los palestinos, incluso el acuerdo de Hebrón que firmó con su propia mano, no le cree nadie, ni siquiera su ex ministro de Asuntos Exteriores David Levy, que le abandonó por extremista y arrogante.- Periodista palestino y miembro de la junta directiva de la Asociación de Periodistas Árabes de España.