El espionaje israelí pinchó en Europa los teléfonos de grupos islámicos
Espías israelíes han conseguido instalar escuchas y pinchar teléfonos en varias capitales europeas, incluida Madrid, como parte de un clandestino y azaroso plan para neutralizar organizaciones islámicas en Europa y evitar sus represalias en caso de un nuevo ataque contra Irak, según una información publicada ayer por The Sunday Times, que citaba fuentes de los servicios de información israelíes en Tel Aviv.
La información, firmada por el periodista israelí Uzi Mahnaimi, cuyo acceso a fuentes de los servicios de espionaje es reconocido, sostiene que el plan falló no sólo en Berna el mes pasado, donde la policía suiza descubrió sus micrófonos, sino que agentes del Mosad fracasaron en un previo intento de colocar escuchas en Londres. Según el Times dominical, esos agentes eran parte de un equipo israelí denominado Keshet (flecha) cuya misión era instalar además escuchas en las residencias de activistas islámicos en París, Roma, Atenas, Madrid y Ginebra. "La mayoría de esas operaciones fue un éxito", dijo.El semanario describe la operación como "una de las más grandes del Mosad en Europa" y añade que fue promovida por temores a que se desataran ataques contra organizaciones y funcionarios israelíes en caso de una nueva guerra contra Irak.
Según esta versión, el Mosad despachó a dos agentes de su oficina en París para espiar a un prominente miembro de Hezbolá, partido fundado por los shiís de Líbano y que hoy aglutina a una serie de corrientes islámico-revolucionarias inspiradas en Irán. Los agentes tuvieron que abortar su misión cuando se dieron cuenta que eran vigilados por la policía británica, agrega The Sunday Times.
Esta información no ofrece ningún detalle de la supuesta operación israelí en suelo español. Las autoridades británicas, por su parte, aseguran no disponer de información sobre la supuesta misión israelí.
En Israel, mientras tanto, el Gobierno de Benjamín Netanyahu designó ayer a Efraim Halevy, originario del Reino Unido y de 64 años, como nuevo jefe del Mosad, al tiempo que consideraba "carente de todo fundamento" la noticia de The Sunday Times.
Halevy, diplomático -era embajador israelí ante la UE- y veterano funcionario de los servicios de seguridad, intentará recuperar la eficacia del espionaje israelí y mejorar la imagen de un organismo desacreditado tras el fiasco del pasado septiembre en Ammán, a raíz del asesinato frustrado de un dirigente de Hamas, y del escándalo de Berna.
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