Dos 'superlíneas' se encuentran en la estación Gregorio Marañón

Cruzar Madrid en metro de norte a Sur y de Este a Oeste. Ese recorrido tiene desde ayer un punto común: la estación Gregorio Marañón. El presidente regional, Alberto Ruiz-Gallardón, abrió en esa estación la prolongación, desde Avenida de América, de la línea 7, que conecta ahí con la línea 10 (Aluche-Fuencarral). En el andén de ésta se encuentra el primero de los 35 ascensores previstos en la ampliación del Metro.

La prolongación de la línea 7 desde Avenida de América hasta Gregorio Marañón ha convertido esta estación en uno de los nudos neurálgicos del metro pintado en los planos de la ampliación que está llevando a cabo el Gobierno regional. En ella se cruzan dos superlíneas, como las definió ayer el consejero de Obras y Trasportes, Luis Eduardo Cortés. La línea 10, que une el sur y el norte de la ciudad (Aluche-Fuencarral), y la 7, que cuando esté concluida unirá el este y noroeste de Madrid (desde San Blas a Cardenal Herrera Oria).Las 35 nuevas estaciones incluidas en el plan de ampliación del metro (37,5 kilómetros de túnel en el subsuelo de Madrid) contarán con un ascensor como acceso específico para discapacitados, según afirmó ayer Ruiz-Gallardón. El presidente regional, que ya inauguró el pasado 22 de enero, junto a José María Aznar, una parte de la estación Gregorio Marañón, entró ayer al andén de la línea 7 situado bajo el de la línea 10 por el ascensor ubicado en la calle de José Abascal. Le acompañaron Rafael de Lorenzo, vicepresidente de la ONCE y Miguel Pereyra, secretario general de la Fundación ONCE. Era la primera vez en 30 años, según comentó De Lorenzo al presidente regional, que Pereyra Podía bajar al metro desde que se quedó tetrapléjico.

Tanto Ruiz-Gallardón como el consejero Cortés reiteraron que las 35 estaciones de nueva construcción tendrán ascensor para discapacitados. Posteriormente, se adoptará una medida similar para las estaciones antiguas, comenzando por la de Sol, según Cortés.

Un paso pequeño y grande

La inauguración del tramo abierto ayer, 1.250 metros de longitud que han costado 3.700 millones, es el primero de los 9,5 kilómetros necesarios para prolongar la línea 7 hasta Pitis. Las obras finalizarán el primer trimestre de 1999. Emulando al primer astronauta que puso un pie en la Luna, Cortés definió el acto de ayer como "un pequeño paso en kilómetros pero un gigantesco paso desde un punto de vista cualitativo, porque España está en las más altas cotas de tecnología". Según el consejero, la ampliación del metro "está llegando más allá incluso de lo que podíamos imaginar". Felicitó, por ello, a "todos los trabajadores del Metro, que han sabido separar lo que son sus reivindicaciones laborales de lo que es la responsabilidad en el trabajo de sacar todo esto adelante". Casi simultáneamente, el secretario regional de Comisiones Obreras criticó en Alcorcón (142.000 habitantes) la rapidez con que se está ampliando y construyendo el metro en la capital, informa F. Javier Barroso. Según Rodolfo Benito, es la única inversión en la Comunidad de Madrid y además se ha llevado "todos los recursos" del Gobierno regional.En su opinión, se podría haber construido en ocho años en vez de cuatro y haber destinado parte de su presupuesto a financiar políticas de empleo concretas. Benito defendió la necesidad de ampliar el metro, pero señaló que también se deberían haber cubierto otras carencias que sufre la región. "Esta apuesta por el transporte demuestra que Ruiz-Gallardón desconfía de la capacidad de la iniciativa pública para generar empleo".