Ardanza afirma que su plan se ajusta al Pacto y no es nacionalista

El lehendakari, José Antonio Ardanza, rechazó ayer que su plan de paz esté escorado hacia el nacionalismo y respondió a quienes le critican que el documento parte del punto 10 del Pacto de Ajuria Enea sobre el final dialogado de la violencia. Ardanza subrayó que la propuesta condiciona el diálogo al cese de las armas y que es respetuosa con el ordenamiento jurídico. Un respeto que, en su opinión, no colisiona con la posibilidad de que, "una vez finalizada la violencia, se pueden modificar los marcos jurídicos". Por ello pidió a los partidos que aborden su estudio "sin miedo a la democracia". El lehendakari, en los pasillos del Parlamento vasco y en declaraciones a la Cadena SER, sostuvo que, una vez conseguida la paz y desde la lealtad al Estatuto de Autonomía y la Constitución, es posible modificar ese marco. Ardanza se daría por satisfecho si los partidos de la Mesa de Ajuria Enea, por, una parte, y HB después, aceptan su propuesta de paz como plataforma "para abrir caminos hacia la paz". "Me importa más llegar a un acuerdo con el resto de los partidos", resaltó, y que después HB "asuma el plan como un documento base para el debate". Moderadamente optimista ante la próxima reunión del Pacto, subrayó que es fundamental no poner límites previos al diálogo. "Mi propuesta de paz no contempla necesariamente una reforma de la Constitución, pero no excluye que pueda producirse. Lo que no podemos hacer es ponerle límites al diálogo", precisó. Abogó por "no tenerle miedo a la democracia" y pidió a los partidos que aborden el documento pensando en la paz, "al margen de la demagogia, de réditos electorales y desde la libertad que proporciona el sistema democrático".