El presidente de Melilla cierra el Ayuntamiento para impedir la moción de censura

El presidente de Melilla, Enrique Palacios, del Grupo Mixto, ordenó a las cuatro de la tarde de ayer el cierre de la sede de la Asamblea y Ayuntamiento de la ciudad autónoma hasta la hora de reapertura de oficinas, el próximo lunes a las ocho de la mañana. El ex-presidente de Melilla, Ignacio Velázquez, del Partido Popular, se negó a abandonar los despachos de su grupo parlamentario y permaneció encerrado con cuatro de sus seguidores hasta las diez de la noche.Poco después, Velázquez realizó una entrada triunfal en el palacio de congresos de Melilla, en pleno mitin del PP, al que asistían unas 600 personas, que corearon con gritos de "¡Presidente, presidente!" la aparición de su dirigente, derrocado del cargo hace dos semanas tras una moción de censura votada por todos los partidos de oposición. En un discurso de media hora, Velázquez apeló a sus seguidores para que no participen en manifestaciones el domingo a las diez de la mañana, cuando se cumple el plazo para la celebración de una moción de censura contra el flamante Gobierno de la ciudad. "No seremos nosotros los que libanicemos Melilla", dijo Velázquez. Su sucesor, Palacios, decretó el jueves que no se convoque el pleno de la Asamblea por considerar ilegal la contramoción de censura.

"Ese desgraciado"

Los dos senadores por Melilla, del PP, Carlos Benet y Aurel Sava, y el diputado nacional del mismo partido, Antonio Gutiérrez, denunciaron en el mitin que la policía local les impidió la entrada a la sede de la Asamblea. Los dirigentes del PP presentaron varias querellas ante el juzgado por considerar que se ha cometido un hecho delictivo. Los dos senadores, Benet y Sava, se encargaron de calderar el mitin. Benet dijo que sentía asco por lo ocurrido y "pena por ese desgraciado que ocupa la presidencia de la ciudad", a quien luego dejarán tirado los verdaderos autores de la operación de quitar el poder a Velázquez.El diputado Gutiérrez se manifestó en un tono moderado, pero su discurso quedó interrumpido con la entrada de Velázquez en el mitin a los acordes de la fanfarria electoral del PP. Hubo gritos y ovaciones del público puesto en pie, que Velázquez recibió con gestos de victoria. A continuación, el senador Sava se despachó a gusto con acusaciones contra los que "usurpan la democracia e instalan la dictadura" en Melilla. Sava acusó al nuevo Gobierno de la ciudad de "estar haciendo el trabajo al vecino".. "mientras nos peleamos entre nosotros, el de allá se frota las manos", en alusión palpable a Marruecos. Calificó Sava al PSOE de "traidor a España y Melilla".

Al final, tomó la palabra Velázquez, quien apeló a sus seguidores a irse a la playa el domingo, para no dar un pretexto a Palacios con el que poder acusar al PP de alterar el orden público. Tras afirmar que "ellos son los fascistas", Velázquez clamó: "Tenemos mucho camino ganado. ¡No vayamos a estropearlo el domingo!". Concluyó su discurso con una promesa: "Antes de las elecciones del 99, el PP volverá a gobernar esta ciudad".