Zona de resistencia

El mercado de valores español ha llegado a una zona crítica, en la que la afluencia de dinero entra en competencia abierta con una oferta abundante. La sesión de ayer pasó por diferentes alternativas que, al final, dejaron una enorme sensación de inestabilidad y un buen volumen de negocios.La volatilidad es el único aspecto destacable de una situación que para muchos demuestra que las cotizaciones han encontrado una resistencia muy sólida contra la que sólo cabe poner dinero, pero el creciente número de retiradas de beneficios indica que aumentan los que piensan que es bueno adoptar precauciones. Con todo, el índice general de Madrid ganó seis centésimas y consiguió un nuevo máximo, mientras que el índice de los pesos fuertes del mercado, el Ibex 35, cedía terreno.

El mercado de deuda volvió a dejarse llevar por la tendencia del bono alemán y la rentabilidad a 10 años alcanzó un nuevo mínimo, en el 5,09%, pero manteniendo prácticamente las distancias respecto de la rentabilidad en Alemania. El diferencial entre ambos países bajó una centésima, hasta 0,18 puntos, también nuevo mínimo.

La contratación ayer fue de 174.998 millones de pesetas que, otra vez, son fruto de las constantes entradas y salidas de la inversión a corto plazo. Para los operadores, el pulso entre los inversores que consideran agotada la reciente tendencia alcista y el flujo de dinero que llega buscando mejores rendimientos, va a provocar situaciones como las de los dos últimos días, en los que el índice del mercado salta constantemente y pasa de las ganancias a las pérdidas en cuestión de pocos minutos.

La Bolsa de Nueva York rompió la barrera de los 8.600 puntos. Aunque con altibajos, se mantuvo en zona de ganancias toda la sesión. Al cierre, el índice Dow Jones había avanzado 75,98 puntos, un un 0,89%, y se situaba en 8.643,12. La demanda de acciones de empresas de tecnología e informática, tras varias jornadas de caída en los precios de este sector, impulsó el índice hacia un nuevo récord.