La policía serbia entrega los cuerpos de 12 niños,14 mujeres y 34 hombres muertos en Kosovo
Decenas de miles de albaneses de Kosovo se manifestaron ayer en Pristina contra el régimen serbio, en la protesta pacífica más espectacular vivida por la capital del sur de Serbia. Las fuerzas especiales de Belgrado, armadas con chalecos antibala y fusiles de asalto, no intervinieron. En vísperas de la llegada del enviado especial del presidente Bill Clinton, Robert Gelbard, la policía serbia devolvió 60 cadáveres, entre ellos 14 mujeres y 12 niños. El número real de los muertos puede llegar a los 200, según fuentes independientes en Belgrado.
ENVIADO ESPECIAL
Mientras en Pristina la multitud coreaba "¡Kosovo o muerte!", y "¡Alto a la purificación étnica serbia!", en la vecina localidad de Srbica, epicentro de la sangrienta operación desarrollada contra los nacionalistas albaneses durante cuatro días por las fuerzas especiales de Milosevic, los lugareños se negaban ayer a enterrar los 60 cadáveres que les han sido devueltos por los serbios. Entre ellos, 14 mujeres y 12 niños, segun el portavoz de la Liga Democrática de Kosovo, el moderado y más importante partido albanés de la región.Fuentes diplomáticas occidentales señalaban anoche que algunos de los cadáveres, depositados frente a la comisarla local, han sido quemados hasta ser prácticamente irreconocibles. Las potencias occidentales pedirán al Tribunal de La Haya que investigue las atrocidades de Kosovo.
El número de cuerpos reintegrados por los serbios duplica con creces la cifra total de víctimas albanesas suministrada oficialmente por las autoridades serbias. En la aislada Belgrado, donde se masca una atmósfera singularmente lóbrega, es vox populi que la verdad se abrirá paso con los días; y que de esta verdad emergerá una cifra en tomo a los dos centenares de víctimas en la represión desatada por las fuerzas de Milosevic, oficialmente para quebrar el aparato del "grupo terrorista" Ejercito de Liberación de Kosovo (UCK).
Belgrado anunció la semana pasada que uno de los jefes máximos del grupo guerrillero, Adem Jashari, había encontrado la muerte en Prekaz, 40 kilómetros al oeste de Pristina, una aldea devastada por los blindados y los helicópteros artillados Hind comprados por Serbia a Moscú. Fuentes albanesas, sin embargo, contradicen está información y aseguran que Jashari, uno de los hombres más buscados por las fuerzas serbias desde el año pasado, consiguió huir del asalto.
En Pristina, según fuentes locales, los tiroteos nocturnos están a la orden del día, al igual que los ataques contra patrullas serbias en zonas próximas despobladas. No hay informaciones de ello en la capital serbia. La comarca de Drenica, en la que se han producido la mayoría de los sangrientos enfrentamientos de la última semana, permanecía ayer cercada por las fuerzas de Milosevic, que bloquean las carreteras que conducen a lo que son ahora un grupo de aldeas vacías, de las que han huido por miles sus habitantes albaneses, algunos hacia la vecina Macedonia. Washington y sus aliados van a mantener y reforzar esta diminuta ex república yugoslava, virtualmente indefensa.
La televisión estatal de Belgrado, en la práctica el único alimento infomativo de la inmensa mayoría de los serbios, repite coincidiendo con la reunión de Londres que la "operacion antiterrorista" de sus fuerzas ha de darse por concluida, y muestra en sus informativos arsenales capturados presuntamente a los rebeldes albaneses.
La formidable policía serbia -con armamento prácticamente militar pero mucho más entrenada y operativa que el Ejército- es el cuerpo leal por excelencia al presidente yugoslavo. El dinero para sus prioritarios sueldos, muy probablemente los únicos que se cobran, procede de las escasas operaciones de privatización.
El Ministerio del Interior aseguraba ayer que se ha abierto la ruta que enlaza a través de Srbica, foco de los enfrentamientos, las localidades de Pec, casi en la frontera con Montenegro, y Kosovska Mitrovica, al norte de la capital regional. Pero en esta última población, donde también ayer se echaron a la calle más de 15.000 albaneses para secundar las manifestaciones convocadas, las fuerzas de seguridad bloquearon el paso por el puente sobre el río Ibar, hacia la zona donde se produjeron choques la semana pasada.
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