Pujol afirma que el "medicamentazo" es sólo un parche y aboga por implantar una tasa por receta

Jordi Pujol aseguró ayer que el medicamentazo propuesto por el PP es sólo un parche y que fracasará como medida de ahorro. El presidente de la Generalitat, tras entrevisarse en Barcelona con el presidente de la Junta de Andalucía Manuel Chaves, puso de relieve las contradicciones de los socialisstas sobre esta medida y abogó por implantar a medio plazo tasas por receta (copago) según la capacidad adquisitiva del ciudadano y su estado de salud.

Pujol rechazó ayer la propuesta del presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, de que CiU se sume a la oposición para obligar al Gobierno a retirar la lista de medicamentos excluídos. "Salvando las distancias", Chaves equiparó este frente común al que se formó para obligar a la ministra de Educación, Esperanza Aguirre, a retirar el polémico decreto de Humanidades, que era un objetivo prioritario para CiU.El presidente catalán se mostró muy crítico con la posición de los socialistas ante el medicamentazo y quiso poner en evidencia sus contradicciones. Así, desveló ante los periodistas que Joaquín Almunia, cuando se entrevistó con él el pasado 11 de febrero en Barcelona, le confesó estar dispuesto a estudiar una lista de medicamentos a excluir de la financiación pública, pero rechazó la fórmula de que todo el mundo pague una cantidad por receta (el copago). Ayer, por el contrario, y siempre según Pujol, Chaves admitió como probable fórmula que los ciudadanos paguen una parte del fármaco.

"Nosotros no somos entusiastas del medicamentazo", precisó Pujol. "No lo fuimos cuando los socialistas lo hicieron en 1993 y no lo somos ahora. Lo que ocurre es que nosotros no podemos imponer nuestros criterios". El presidente catalán aconsejó repasar las hemerotecas de 1993 y comprobar que lo que decía entonces el PP es exactamente lo mismo que dice ahora el PSOE, y al revés. En su opinión, el medicamentazo sólo es un parche que servirá para frenar el gasto sanitario durante uno o dos años, pero para resolver de "forma definitiva" la contención del gasto habrá que ir a medio plazo a fórmulas como las existentes en otros países europeos, como Francia, donde el ciudadano paga una parte según sea la gravedad de la enfermedad, la importancia terapéutica del medicamento y la capacidad adquisitiva de cada usuario.

El ministro de Sanidad, José Manuel Romay, consideró ayer que el seguimiento de la convocatoria a las manifestaciones realizadas en toda España el viernes fue "realmente escaso". En declaraciones a Radio Nacional, Romay dijo que las personas que secundaron la convocatoria lo hicieron "lamentablemente engañadas" y reiteró que ningún medicamento necesario quedará excluido de la financiación pública.

Los organizadores de las movilizaciones, muy al contrario, valoraron el resultado como un gran éxito y una llamada de atención al ministerio para que negocie.

Al margen del rechazo unánime de la oposición, Cantabria no ha sido la única comunidad gobernada por el PP que se ha rebelado contra el contenido de la lista del medicamentazo. El Gobierno de Navarra, en manos de Unión del Pueblo Navarro-Partido Popular (UPN-PP), financiará con su propio presupuesto los medicamentos excluidos en el recetazo si las competencias propias de la Comunidad Foral se lo permiten, informa Mikel Muez. Así lo anunció ayer su presidente, Miguel Sanz, que dijo que su Gobierno cumplirá el mandato parlamentario que el pasado jueves aprobó en la Comisión de Sanidad del Legislativo navarro una moción que le insta a no aplicar el recetazo en Navarra.