"Madrid te acoge, me siento arraigada en esta ciudad"

Se acerca el buen tiempo y el olor a tomillo ya le va situando en la noche de San Juan en el pueblo de su infancia y juventud, en La Robla, León, donde nació (1926). El clima de Madrid, "esta mezcla de meseta y montaña" le recuerda a ese pueblo que, sin embargo, ya considera más de sus padres que de ella misma. Madrid es su escenario vital, casi desde siempre. "En el año 94 celebré que llevaba cinco décadas viviendo aquí", comenta. Y sólo hace diez menos que dirige un colegio progre, también en esta ciudad. Su vida como escritora no le hace desprenderse del bloc de notas donde acumula ideas, especialmente en este momento en que su última novela, La fuerza del destino, ya en cuarta edición, está corriendo la suerte de los lectores. Con ella, Josefina Aldecoa cierra la trilogía después de Historia de una maestra (1990) y Mujeres de negro (1994). En total un siglo de vida española a través de sus ojos y su pluma.Pregunta. Precisamente esta novela arranca cuando, después de la muerte de Franco, la protagonista regresa a España, y es a Madrid. "Nunca había imaginado tanto movimiento, tanta luz y esplendor", dice sobre esta ciudad.

Respuesta. Sí, son los últimos años de Gabriela hasta su muerte. Madrid no lo conocía y la vida española ya no la reconoce. Son esos años de soledad profunda en los que ella ya no se siente muy necesaria y entonces centra su ensimismamiento hacia el interior y el recuerdo.

P. Esos recuerdos los vive desde una casa en una colonia a las afueras de Madrid, donde usted vive.

R. Sí, fui allí cuando se cambiaron mis hijos, huyendo de la soledad.

P. ¿Usted con qué se queda?

R. A Nueva York, por ejemplo, acudo cada año. Me acoge enseguida. Algo así me ocurrió con Madrid; me gusta, me siento arraigada aquí.

P. Su última novela, dice, es de la que está más satisfecha.

R. Es que he sufrido mucho con este libro. Todos los libros cuestan, pero en éste he vivido en la piel de la protagonista el proceso de envejecimiento dentro de ella... Me he liberado de cosas.

P. ¿De qué cosas?

R. Personales e históricas; ha sido un compromiso ético. Una niña de la guerra, adolescente de posguerra y que tiene 50 años cuando muere Franco, te puedes imaginar...

P. La vejez es un tema del que le gusta reflexionar.

R. Ya llevo entrando en e a desde hace tiempo. Me preocupa como fenómeno y creo que se cometen errores de base. La vejez es un tesoro en otras culturas sin embargo aquí, a los 65 años te dicen que termina tu vida activa... Para mí, de los 65 años a los 72 que estoy a punto de cumplir, han sido sin duda los años más fructíferos de mi vida.

La fuerza del destino. Josefina Aldecoa. Editorial Anagrama, 1997 226 páginas, 1.800 pesetas.