Rocambolesca fuga en masa de una cárcel de Chiapas

La policía mexicana capturó ayer a medio centenar de miembros de la Unión Nacional Lombardista (Unal), acusados de facilitar la fuga masiva de prisioneros de la cárcel municipal de Ocosingo. Las fuerzas de seguridad prosiguen con la operación de búsqueda de 46 fugados. El penal se encuentra en el sureño Estado mexicano de Chiapas. En la tarde del jueves, unos mil unalistas se manifestaron ante el penal y abrieron las puertas a los reos, que sin prisas y con sus precarias pertenencias empacadas en bolsas salieron a la calle y se dieron a la fuga en varios vehículos.

Las autoridades indicaron que entre los capturados se hallan José Cruz Gutiérrez Lobo, al que las cámaras de televisión captaron cuando rompía los candados de la cárcel y, supuestamente, dirigía a los miembros de la Unal, que sorprendieron a siete custodios que no les presentaron resistencia y "abrieron las celdas para que escaparan" los presos", que caminaron sin prisas hasta una carretera cercana para obligar a automovilistas a llevarlos lejos del lugar.

En la madrugada del viernes miembros de la Seguridad Pública y Policía Judicial, aparentemente apoyados por militares, irrumpieron en las oficinas de la Unal en Ocosingo, donde los autores de la gran escapada bebían licores, ajenos a la búsqueda que se efectuaba contra ellos. Las autoridades no han informado de si entre los detenidos se encuentran algunos de los prófugos, que en su mayoría cumplían condenas por delitos comunes y entre los que había "algunos unalistas".

Testigos de la fuga afirmaron que la policía no hizo frente a los autores de la fuga, "para evitar que corriera la sangre". Sin embargo, el Gobierno ordenó una cacería de los prófugos y de quienes les ayudaron a salir. En la prisión de Ocosingo sólo quedaron dos reos, que por razones desconocidas prefirieron seguir en sus celdas.