Sobre la reforma de la objeción
Es inaudito que tras las reiteradas discusiones sobre la reforma del servicio militar y el futuro Ejército profesional derivado de dicha reforma no se haya legislado todavía sobre la reforma de la Ley de Objeción de Conciencia, hoy día antediluviana y prehistórica y sin responder a las exigencias que de la prestación social se derivan en su hipotética equiparación con el servicio militar. La sociedad, dado el ingente volumen de objetores y la profesionalización de las Fuerzas Armadas, necesita urgentemente la aprobación de una nueva Ley de Objeción de Conciencia acorde con el momento actual. Parece que, desde hace varios meses, CiU intenta consensuar con el PP la reforma de esta ley, pero el mutismo más absoluto rodea a una iniciativa que es urgentísima de aprobar para solucionar el inminente futuro de miles de objetores sumidos en una total incertidumbre. Hay dos ejes básicos sobre los que debe girar la nueva Ley de Objeción de Conciencia.El primero es la equiparación de su duración con el servicio militar, es decir, nueve meses. Resulta inconcebible que todavía haya que cumplir 13 meses de prestación social en vez de nueve como en el servicio militar.
Y el segundo eje de la cuestión, el más importante de todos, es la reducción de la enorme bolsa de objetores acumulada y que sume a los afectados, la mayoría de los cuales lleva años esperando, en la más completa incertidumbre sobre sus vida en un momento crucial de las mismas a causa de la actividad laboral. Por tal motivo es imprescindible eximir de cumplir la prestación a los objetores con más de un año esperando destino y pasarles directamente a la reserva, pues sus vidas pasan por una retorcida y kafkiana situación que está en manos de los políticos solucionar satisfactoriamente.
No es tema baladí. Más de cien mil jóvenes son víctimas del caos organizativo y legislativo que rodea a la objeción de conciencia, y, en vísperas del tan
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anunciado Ejército profesional, es hora de dar una solución definitiva a este grave problema enquistado desde hace ya muchos años. -
