La mujer seguirá siendo una exótica minoría en el nuevo Parlamento indio

India es un país para hombres. Ser mujer es una maldición de la que muchas veces sólo se escapa con la muerte, perpetrada por la familia propia, si se violan los códigos de casta, o por la familia política, muchas veces con la suegra como verdugo: cada año se dan unos 5.000 casos de mujeres que mueren quemadas en accidentes de cocina por no haber satisfecho las expectativas de dote de la familia política. La situación no va a mejorar en el futuro inmediato, porque las mujeres van a seguir siendo una fuerza minúscula en el nuevo Lok Sabha (Cámara baja del Parlamento), cuya composición se conocerá hoy.

Sonia Gandhi ha tenido que corregir a su partido y prometer personalmente que si el Congreso forma Gobierno sacará adelante una ley que reserva para la mujeres la tercera parte de los escaños.Cientos de millones de mujeres indias son poco más que un animal de carga, mantenidas en la ignorancia y con sus derechos constantemente burlados por una cultura que las supedita en todo a los designios del hombre, considerado una forma muy superior de vida. La preferencia por el varón ha creado una sociedad en la que sólo hay 927 mujeres por cada mil hombres.

Rajiv Gandhi creía en el desarrrollo del potencial de la mujer e introdujo legislación que reserva para ellas un tercio de los puestos en la Administracion local. Ahora Sonia ha empeñado su palabra en que esa cuota se aplicará también en el Parlamento de Nueva Delhi y en las cámaras de los 25 Estados de India. Es una idea que ya fue debatida en el Parlamento saliente, en el que la minoría femenina, el 8%, nada pudo hacer ante los restantes 505 escaños ocupados por hombres.

Más de la mitad de los votos de las elecciones de 1996 fueron depositados por mujeres, y Sonia Gandhi ha tenido buen cuidado durante la actual campaña en cortejar su apoyo. Eran las mujeres las que que con más expectación esperaban su llegada en los mítines, donde Sonia era recibida como una diosa que bajaba del cielo. Sonla Gandhi no estará en el nuevo Parlamento, porque ha hecho campaña sólo para apoyar al Congreso y no como candidata, pero, de estarlo, formaría parte de una absoluta minoría. Hace dos años fueron elegidas 40 mujeres de las 599 que se lanzaron a la arena. De los 4.700 candidatos cuyas papeletas se escrutaban ayer, sólo 252 eran mujeres.

"Es bastante decepcionante", piensa M. S. Gill, responsable del proceso electoral indio. "A pesar de las grandilocuentes manifestaciones de los partidos, el número de mujeres candidatas es mínimo". De hecho, sólo 119 de esas 252 candidatas cuentan con el apoyo de un partido. "Va a haber menos mujeres en el nuevo Parlamento", aventura Lalita Panicker, periodista del The Times of India que sigue la situación de la mujer en India.

"En los panchayats (ayuntamientos) donde las mujeres se han convertido en sarpanches (alcaldesas), la experiencia ha sido un éxito. Fondos que antes un hombre dedicaría a construir un edificio lujoso ahora van a proyectos de desarrollo como centros de salud primaria, o pozos de agua, o a potenciar la educación", afirma.