150.000 edificios tendrán que 'pasar la ITV' a partir de 1999

Los edificios madrileños con más de veinte años deberán pasar una revisión obligatoria a partir de 1999 para comprobar que están en buen estado. Éste es uno de los puntos de la nueva Ordenanza sobre Conservación, Rehabilitación y Estado Ruinoso de las Edificaciones, cuyo borrador se aprobó ayer en el pleno municipal con los votos favorables del PP e IU y el contrario del PSOE. La capital cuenta con unos 180.000 edificios, aproximadamente. Y unos 150.000 fueron construidos antes de 1978.El texto, que ya se conoce como la ITV de las casas, deberá pasar ahora un periodo de tres meses de información pública para que se presenten alegaciones. De esta manera, la nueva ordenanza entrará en vigor antes del verano. Sin embargo, los dueños de los edificios no tendrán que preocuparse hasta enero de 1999, fecha en la que deberán empezar las inspecciones, según apuntó ayer el concejal de Urbanismo, Ignacio del Río, del PP. Del Río añadió que, a partir de 1999, los dueños de las casas tendrán un plazo de un año para poner en marcha la revisión.

Los propietarios de los inmuebles serán quienes contraten y paguen a los arquitectos y aparejadores encargados de llevar a cabo la inspección. Este control deberá repetirse cada 10 años.

El portavoz municipal del PSOE, Juan Barranco, votó en contra de la ordenanza porque, a su juicio, "se trata de una tasa más, impuesta por este equipo de gobierno". "Los madrileños ya pagan el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) por este concepto", añadió el edil socialista José María de la Riva.

El concejal de Urbanismo no estuvo de acuerdo: "Es justo que lo paguen los propietarios. El PSOE propone que con el dinero de los impuestos se arregle lo que deben abonar los dueños de las propiedades". Con esta postura congenió el grupo municipal de Izquierda Unida. Los arquitectos deberán inspeccionar, entre otras cosas, la estructura general de la cimentación, el estado general de la fachada, de las cubiertas y también de las azoteas. Asimismo, examinarán todo aquello "que puede suponer un peligro en la vía pública". Es decir, cornisas sueltas o trozos de terraza que puedan caerse encima del viandante.

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Excavaciones arqueológicas