Westendorp quiere estrechar el cerco a Karadzic para forzar su detención

Carlos Westendorp, Alto Representante de la Comunidad Internacional para la Aplicación de los Acuerdos de Paz en Bosnia, quiere segar la hierba bajo los pies de Radovan Karadzic, ex líder de los serbios de esta república ex yugoslava, para que caiga como una fruta madura en manos del tribunal de la Haya que quiere juzgarle por crímenes de guerra.Westendorp, que participó el miércoles en Moscú en una reunión del Grupo de Contacto para Bosnia -formado por Estados Unidos, Rusia, Francia, Reino Unido, Alemania e Italia- cree que Karadzic debe ser juzgado porque "no se puede tener a todo un pueblo, el serbio, bajo la losa de una responsabilidad que es de unos pocos", pero no es partidario de una acción militar para capturarle. Para alcanzar ese objetivo, señala, harían falta unos 2.000 soldados, con el riesgo de unas 40 bajas, ya que habría que vencer la resistencia de dos cordones de seguridad, el más estrecho de los cuales está formado por unos 400 mercenarios.

Según Westendorp, la captura de Karadzic no es ahora la máxima prioridad en Bosnia, sino la edificación del Estado, pero una cosa puede llevar a la otra. Si se consolida el gobierno serbobosnio que dirige Milorard Dodic y se implanta un orden económico que impida, por ejemplo, que prospere el negocio del contrabando con el que Karadzic paga a sus mercenarios, la posición de éste se debilitará. "Puede llegar un momento", señala el enviado internacional, "en que, sin fuentes de financiación, Karadzic quede desprotegido y se vea obligado a huir o a entregarse, si es que no le entregan las propias autoridades serbias".

En cuanto al posible nombramiento de Felipe González como enviado especial de la OSCE (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa) para los procesos electorales en la antigua Yugoslavia, Westendorp indicó que el ex presidente del Gobierno socialista se lo está pensando. "Sé que tiene dudas muy razonables antes de aceptar e encargo", afirmó.