"Leguina es patrimonio de todos"

El socialista Joaquín Leguina, primer presidente de la Comunidad (1983-1995), inauguró ayer la nueva galería de retratos de la Real Casa de Correos, sede del Gobierno regional.En un acto "íntimo y público", el ex presidente descubrió la obra de José Luis Fajardo, "un gran pintor canario que vive en Madrid". Leguina eligió al artista canario para su paso a la posteridad y le sugirió que plasmase, en una esquina de la pintura, unas líneas de Benito Pérez Galdós, "canario como el pintor y uno de los primeros novelistas madrileños".

Detrás de Leguina, Fajardo pintó libros, muchos libros. "Me gusta estar ahí. En los libros está toda la memoria del mundo", confesó ayer el dirigente socialista. El presidente regional, Alberto Ruiz-Gallardón, situó a su antecesor muy cerca de la posteridad. Tras recordar que le concedió hace dos años la medalla de oro de la Comunidad, le mostró su admiración y solidaridad por una "tarea coronada con éxito". "Leguina ya es patrimonio de todos los madrileños", sentenció.

"No me preocupa la posteridad", aseguró el retratado, "cuando ella esté, yo no estaré. Y cuando yo esté, ella no estará". Tras renunciar a la inmortalidad -"no la quiero para mí", dijo-, Leguina se miró en el cuadro y se confesó a los que le contemplaban: "Tengo la misma sensación que Narciso mirándose en las aguas. Pero no se preocupen porque, como no voy a pasar todos los días por aquí, mi narcisismo será momentáneo".

El ex presidente reflexiona en el cuadro con la mirada perdida a la izquierda. Una mirada "descuidada que piensa en el inmenso trabajo que ha hecho por la Comunidad de Madrid", según Ruiz-Gallardón.

"Una mirada relajada, pero con alguna pequena preocupación a la que da vueltas", según Margarita la secretaria que le acompañó durante 16 años.

"Una mirada de despacho en día serio, pendiente de algún problema importante", según Pedro Sabando, al que encargó durante muchos años la política sanitaria de su Gobierno. "Una mirada que denota cierto instinto político combativo, dispuesto a no olvidar lo que le acaban de hacer, aunque luego se olvida", según Agapito Ramos, su consejero más próximo. "Una mirada tímida que se asoma a la calle", según su consejero de Urbanismo, Eduardo Mangada.

"Tuve que poner el cuadro en esa pared", terció Ruiz-Gallardón, "precisamente por la mirada. Me parecía feo ponerlo enfrente porque entonces estaría mirando a un sillón. Así parece que mira a la calle".

"Una mirada que vigila la plaza , por si vienen...", remachó, críptico, Julián Revenga, su último consejero de Transportes.