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El PSOE eleva al presidente de los obispos su indignación por los insultos de la Cope

"¡Hasta aquí hemos llegado!". En estos términos recibía ayer el presidente de la Conferencia Episcopal, Elías Yanes, la indignación del portavoz del grupo parlamentario socialista, Juan Manuel Eguiagaray, ante el grave insulto que el locutor de la Cope -propiedad de la Iglesia- Antonio Herrero profirió contra la diputada Rosa Conde, a quien definió en la emisora como "la Monica Lewinsky española". Eguiagaray comunicó a Yanes en conversación telefónica que los socialistas no volverán a participar en el programa de Herrero, y Alvaro Cuesta formulaba poco despues vanas preguntas al Gobierno sobre el dinero público que recibe la Iglesia y su posible uso para financiar la Cope.

No sólo los socialistas. Izquierda Unida, por boca de su diputada Presentación Urán, transmitió también la "profunda indignación" de su grupo por lo acontecido, dijo, en una emisora que es cauce para "el insulto y la descalificación". La tormenta se desató porque Herrero -en su programa y al hablar de la conspiración contra González denunciada por Luis María Anson- calificó a Alfredo Pérez Rubalcaba de "conspirador", dijo que Felipe González tiene bastante con lo que "tiene por delante" y comparó a Rosa Conde con Mónica Lewinsky.Para el portavoz del PNV, Iñaki Anasagasti, lo ocurrido supone una "espiral peligrosa". "No es el único exceso que se ha cometido, los hay de todo tipo, y esa espiral, no sólo en el caso de la Cope, sino en cualquier otro, se debe cuidar escrupulosamente", añadió. ERC (Esquerra Republicana de Catalunya) hizo público un comunicado de apoyo a Rosa Conde. Para ERC, el comentario de Antonio Herrero "no puede descalificar a este señor más de lo que ya estaba pero compromete a la profesión periodística".

El socialista Eguiagaray aseguró que acababa de telefonear al presidente de la Conferencia Episcopal, Elías Yanes, para quejarse y advertirle de que denunciana en rueda de prensa lo mismo que a él le trasladaba. Para el portavoz del PSOE, el programa de Herrero ha alcanzado "niveles de abyección, bajeza, injuria y calumnia más amplios de lo que cualquier persona razonable está dispuesta a tolerar".

En referencia a la entrevista que el secretario de los obispos, José Sánchez, concedió el domingo a La Vanguardia, Eguiagaray puntualizó que "si con la cadena Cope la Conferencia Episcopal busca, como dice monseñor Sánchez, libertad de información correcta, la formación de nuestro pueblo en valores sólidos y el apoyo de la Iglesia, serán ellos quienes tienen que juzgar hasta qué punto se están alcanzando estos objetivos". Eguiagaray añadió: "Si el resultado de esa cadena es el que se expresa a través del programa de don Antonio Herrero, y la concepción del periodismo la que en ese programa se pone de manifiesto, entonces tiene toda la razón monseñor Sánchez cuando dice que uno termina siempre pringándose. Yo creo que se han pringado bien pringados".

En una declaración informal en los pasillos del Congreso, Rosa Conde pidió a los obispos que, aunque ayer era miércoles de ceniza y estarían "muy ocupados, reflexionen sobre lo que está pasando en su cadena, reflexionen sobre el daño moral que están haciendo a la clase política en general y a la sociedad española". Para Conde no es sólo una cuestión personal. Dijo que hablaba "como política, como socialista y como mujer" para referirse a la frase de Herrero como una muestra de "indignidad, ruindad y bajeza moral".

La que fuera portavoz del Gobierno socialista con Felipe González piensa que los obispos no pueden ignorar lo ocurrido porque "están permitiendo que este tipo de declaraciones y actitudes se mantengan en una radio de titularidad de la Iglesia".

Su compañera María Teresa Femández de la Vega lamentó que el presidente del Congreso, Federico Trillo, no hubiese puesto en marcha ninguna actuación de amparo a la diputada agredida por Herrero. El Grupo Parlamentario Socialista, a su vez, hizo público un extenso comunicado de condena y de solidaridad con Rosa Conde en el que se destaca el ataque "al papel político de una mujer en altas responsabilidades de Gobierno".

El Grupo Popular, por contra, mantuvo un riguroso silencio, y, según manifestó Rosa Conde, a media tarde sólo el diputado Jorge Trías se le había acercado para transmitirle su solidaridad personal. El vicepresidente político, Francisco Álvarez Cascos, se limitó a decir: "No me corresponde entrar en comentarios acerca de las opiniones de profesionales de los medios de comunicación". Su compañero de gabinete Abel Matutes, en cambio, mostró "el mayor concepto y el mayor respeto" por la diputada socialista.

Alvaro Cuesta, el diputado socialista que se ocupa habitualmente de estas cuestiones, planteó a continuación una batería de preguntas al Gobierno para que se las conteste por escrito porque quiere saber, entre otras cosas, cómo garantiza el Ejecutivo "que la asignación tributaría en favor de la Iglesia católica se destina a sus fines legales y no a financiar actividades mediáticas que en algunos casos han podido comprometerse, afectar o rozar 'los límites de la seguridad del Estado y en muchos más, el honor, la dignidad y los derechos fundamentales de las personas".

En la motivación de su pregunta, y en rueda de prensa, Cuesta argumentó que la Iglesia católica recibe más de 150.000 millones de pesetas de dinero público, considerando no sólo la asignación por el 0,5% del IRPF, sino también exenciones fiscales, desgravaciones, cuotas de la Seguridad Social, subvenciones a actividades sociales y el dinero a los colegios religiosos.

El diputado quiere saber también si piensa el Gobierno incrementar el porcentaje de la asignación tributaria para la Iglesia y si ello obedecería "a los altos servicios prestados al Gobierno por la cadena de radio Cope". Cuesta pregunta asimismo qué beneficios fiscales, exenciones y subvenciones recibe la Cope.

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