La primera oferta

La inversión a corto plazo ha encontrado un rival de peso en lo que parece ser el primer paso en el proceso de concentración bancaria. Los inversores habían apostado por esa integración y se las prometían muy felices, pero el primer precio que se ha recibido les ha dejado helados.La oferta, no obstante, ha servido para caldear el ambiente en el sector bancario y, debido al 34% de su ponderación, en el conjunto de la Bolsa. La realización de beneficios en Wall Street arrastró a la baja a la mayoría de las bolsas europeas, con la excepción del mercado español, que se permitió el lujo de marcar un nuevo máximo histórico, en el 730,79 puntos.

Los precios en el mercado de deuda volvieron a indicar que, de momento, se está tocando fondo en cuanto a rentabilidades para el plazo de 10 años. El bono español subió hasta el 5,16% en plena retirada de beneficios, orientación que se compartió con el bono alemán y con la mayoría de las bolsas. El diferencial entre las deudas española y alemana a 10 años se mantuvo en 0,22 puntos.

La contratación en la Bolsa de Madrid volvió a situarse en la banda alta, con 142.412 millones de pesetas. Argentaria ocupó otra vez el primer lugar de la clasificación en plena absorción de papel de la reciente colocación, con 1,8 millones de títulos negociados, mientras que a continuación se situaron tres de los bancos que pueden tener mucho que decir en los posibles procesos de integración sectorial. Entre estos cuatro valores casi se quedaron con la mitad del negocio. El sector bancario vuelve como principal valedor de la orientación de la Bolsa española.

Wall Street se orientó a la baja desde la apertura, lo que obligó a una prudente retirada en las bolsas europeas. Las caídas de estos mercados no llegaron a superar el 1% en ningún caso, pero han servido de contraste para la Bolsa española, la única que consiguió ayer terminar la sesión con ganancias. El mercado neoyorquino cerró con un retroceso de 75,48 puntos (0,89%) y el índice Dow Jones en 8.375,58.