El alcalde de Bilbao expulsa del pleno a un concejal de HB por mostrar un cartel con fotos de presos etarraa

El guión de la enésima trifulca por los carteles de los presos de ETA en los ayuntamientos vascos tuvo ayer un desenlace inédito en Bilbao. El alcalde, Josu Ortuondo, del PNV, aceptó, aunque parcialmente y a regañadientes, los argumentos de socialistas y populares, que amenazaron desde el primer momento con abandonar el pleno si el alcalde no forzaba al concejal de Herri Batasuna Ibon Arbulu, recién nombrado miembro de la Mesa Nacional, a retirar el polémico cartel (el otro concejal de HB no estuvo presente en la sesión).

Unas horas más tarde, cuando ya no estaba presente el edil de HB, el pleno aprobó una ampliación del Reglamento Orgánico Municipal, que prohibe la exhibición "con intencionalidad política, de toda clase de objetos, escritos, fotografías, grafismos y símbolos que puedan concebirse ofensivos para el resto". En caso de violación de esta prohibición, el alcalde o el presidente del órgano municipal reunido "ordenará la inmediata retirada voluntaria", y en caso de negativa "podrá adoptar las decisiones que considere convenientes, dentro de la legalidad". Entre ellas, se prevé la expulsión de los alteradores, e incluso la intervención de la Policía Municipal.

En la sesión de ayer, Ortuondo, tras suspender el pleno, señaló en una urgente conferencia de prensa que la actitud de Arbulu perturbaba "el normal desarrollo del pleno", pero que no constituía una ofensa, en contra de lo que alegaba el PP. Al reanudarse la sesión con la fotografía de los reclusos ya retirada, Arbulu se plantó delante de sus colegas populares con una fotocopia del cartel. Una nueva suspensión y la expulsión del edil de HB puso punto final al altercado, casi tres horas después del inicio del pleno.

Ortuondo, sin embargo, subrayó que los carteles "no suponen una ofensa" contra los ediles del PP y del PSE, porque la petición de que se traslade a los presos de ETA a las cárceles próximas a Euskadi, coincidente con el planteamiento de HB, ha sido aprobada por el Parlamento vasco y trasladada a la Comisión de Derechos Humanos del Consejo de Europa con sede en Estrasburgo. Aunque reacio a la expulsión, el antecedente del altercado sucedido el pasado 2 de febrero en San Sebastián debió pesar en el alcalde, que en varios plenos anteriores había alegado que la normativa municipal no le permitía la expulsión de los concejales de HB por mostrar cualquier tipo de símbolo.

En el consistorio donostiarra, su alcalde, el socialista Odón Elorza, rechazó la expulsión de los ediles radicales, aunque los nacionalistas del PNV y de Eusko Alkartasuna (EA) le instaron a que retirara el cartel de los presos. En aquella ocasión, fueron los concejales del PP los que abandonaron el salón. Pese al precedente de San Sebastián, Ortuondo, que pactó a comienzos de mes un acuerdo de gobierno con el PSE y con IU tras destituir a sus antiguos socios del PP, no se mostró en principio proclive a la expulsión de Arbulu.

Sólo cuando los cuatro concejales del PSE se levantaron de sus escaños, el alcalde suspendió la sesión para consultar con los portavoces municipales. "Es evidente que aquí no hay orden. Nos vamos a retirar", dijo Eduardo Uriarte, portavoz del PSE. El aplazamiento de la sesión a otra fecha planeó en el ambiente. Pero después de encerrarse durante 40 minutos en un despacho, el alcalde anunció: "El PNV hace suya la opinión de la mayoría". El pleno prosiguió sin la presencia de Arbulu, quien arremetió contra el partido de Xabier Arzalluz, al que acusó de "arrodillarse ante los partidos españolistas".