España toca fondo

La actuación española alcanzó ayer cotas de hundimiento casi históricas. El equipo de relevos de 4 x 10 kilómetros de esquí de fondo fue penúltimo. El 19º de 20 participantes. Sólo Corea del Sur acabó por detrás. El equipo llegaba para meterse entre los 15 mejores, y no sólo no lo consiguió, sino que quedó en evidencia. España hizo de simple telonera de Noruega, triunfadora de la prueba tras un cerrado sprint con Italia, que había marchado en cabeza desde el segundo relevo. Bjorn Daehlie, tercera posta, sumó así su séptima medalla de oro olímpica. Es decir, logró el récord absoluto de la historia para un atleta invernal.La participación de un equipo español en la prueba de relevos no estuvo decidida hasta muy pocas fechas antes del inicio de los Juegos. El optimismo de los técnicos convenció a última hora al Comité Olímpico Español y al Consejo Superior de Deportes, que accedieron a la inscripción. Tras la decepcionante actuación de ayer, el comentario generalizado fue que el equipo español no debió competir. El veterano del equipo, Juan Jesús Gutiérrez, afirmó: "Salimos con dos chavales muy jóvenes [Diego Ruiz y Alvaro Gijón] y para esta gente estos Juegos les han llegado demasiado pronto". "Otras federaciones", indicó Jordi Ribó, el primer relevista, "prefieren no participar en e relevo antes de quedar mal. Por eso no había equipos de nuestro nivel".

Por la noche, para no salir de la norma, Marta Andrade, barcelonesa de 25 años, se clasificó para la final como última del programa corto de patinaje artístico. Pasó el corte por el filo. Fue la 24ª, con música española y una caída. Superó sólo a cuatro eliminadas.