"Creo necesarios los filmes que transmiten buenos sentimientos"
Desde los once años tenía claro que de mayor quería dedicarse a la música. No en vano se matriculó en el Conservatorio de Madrid y, mientras estudiaba, se pasaba las noches tocando por los bares de copas de la capital con su primer grupo: Las Lunares. Tras permanecer un año en esa situación, que, por cierto, no era bien vista desde el Conservatorio, decide que esa vida no es para ella y se la juega a una carta. Pide un préstamo en un banco, decide que su lugar está en Boston, Estados Unidos de América del Norte, donde descubre que la Composición y los arreglos musicales son lo suyo. Vuelve a Madrid, ya graduada, y decide peinar la ciudad y llamar a todas las puertas de donde salga alguna nota musical. Fruto de aquel esfuerzo surgen los primeros contratos. Ricardo Franco, que la recuerda desde la época de Las Lunares, le ofrece participar en la música de la serie televisiva Yo, una Mujer; después acompaña a diversos flamencos, como Paco Ortega e Isabel Montero, Lole o Tijeritas, mientras llega su primera película, también con Ricardo Franco: Después de tantos años. El 31 de enero de 1998, la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas le otorgaba el Premio Goya a la mejor composición musical por La buena estrella, también de su amigo, Ricardo.Pregunta. ¿Qué se siente con ese busto en las manos? Respuesta. Una inmensa alegría, el reconocimiento de tus compañeros, máxime cuando en la edición de este año la votación ha sido selectiva.
P. Usted tuvo que jugársela y marchar a Boston. ¿Es necesario que los próximos compositores tengan que hacer lo mismo?
R. Evidentemente, los tiempos han cambiado mucho, no es que haga tanto tiempo de eso; pero hoy, ¡hombre!, si quieres y te puedes ir, no viene mal, pero no es necesario.
P. ¿Cuál es su consejo para los futuros compositores?
R. Que sigan trabajando con ilusión, sobre todo. Al final del esfuerzo siempre llega el reconocimiento y se darán cuenta de que ha merecido la pena. Pero, sobre todo, que llamen a todas las puertas que puedan. Siempre hay alguna que se abre.
P. ¿Qué lugar ocupa Madrid en el mundo de la composición? ¿Tiene una oferta de trabajo amplia?
R. Madrid es el centro. Es el eje principal. Aquí están las grandes productoras, la gente que te puede escuchar y ver. Aunque en algunos casos se habla de Barcelona, lo cierto es que los grandes proyectos cinematográficos o de otro tipo, siempre nacen aquí.
P. En general, ¿qué le parece La buena estrella?
R. En cuanto a la producción y al rodaje, todos mis compañeros están fenomenalmente. Los cinco premios Goya lo dicen con toda claridad. Creo que también son necesarios filmes como éste, que transmiten buenos sentimientos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.