La Liga más loca del mundo

El torneo Clausura inaugura hoy la Liga argentina que finaliza cada año con el torneo Apertura. Así es, tal como se lee. El Clausura al comienzo y el Apertura al final de la temporada. El desconcierto de los títulos es la primera señal de que el fútbol argentino está a punto de afectar severamente la salud mental de los aficionados. Por ejemplo, desde anoche y hasta el próximo domingo 22 de febrero, se disputarán sin interrupciones las dos primeras jornadas. En suma, los 190 partidos del Clausura se van a jugar en sólo 96 días. En los pocos espacios libres previstos se montarán los partidos por la Copa de Campeones de América y los amistosos de la selección. La Asociación del Fútbol Argentino responde a las críticas de jugadores, entrenadores y directivos con la excusa de que este año la Copa del Mundo reduce en un mes el tiempo disponible para organizar los torneos. César Luis Menotti vamás allá al afirmar que el Mundial "no produce la crisis, la profundiza".

En temporadas anteriores, la explicación había sido la clasificación para la Copa del Mundo que debía disputar la selección argentina; o la Copa de América y los torneos suramericanos de los que participan equipos argentinos. La verdadera razón es la desmesurada explotación del negocio del fútbol que se inició desde el momento en que la AFA cedió los derechos de retransmisión por televisión a una empresa privada. Los millones de dólares que comenzaron a circular desde entonces, por traspaso de jugadores, derechos exclusivos de imagen, publicidad y marcas, hicieron saltar la organización y los reglamentos. Los directivos pasaron a formar parte de un mercado en el que también ellos reciben comisiones y beneficios. A su vez, los clubes que presiden y a los que dicen servir, siguen presentando balances con pasivos que los llevan al borde de la quiebra.

Al borde de la quiebra

Es el caso del River, el campeón de los tres últimos torneos, que ha traspasado a jugadores como Ortega, al Valencia, o Almeyda, al Sevilla-Lazio, y acaba de recibir 20 millones de dólares del Lazio de Italia por el chileno Salas, y sin embargo mantiene un déficit estimado en 15 millones de dólares. Así están, las cosas: los clubes siempre al borde de la quiebra, los directivos de la AFA con dinero siempre disponible y la empresa Torneos y Competencias, propietaria de los derechos de televisión, como verdadera banca comercial que auspicia, promueve y decide sobre el espectáculo.El fútbol desborda por la televisión y las emisoras de radio. Sin ánimo ni interés político, sin recursos económicos para pagar tan seguido la entrada a un campo de fútbol, los aficionados consumen decenas, cientos, miles de partidos por televisión y al día siguiente leen periódicos que dedican cada vez más páginas y suplementos al fútbol o emisoras de radio que comienzan sus emisiones hasta cinco horas antes de que se inicien los encuentros de cada jornada. La programación y los horarios se modifican hasta 24 horas antes, los jugadores no tienen el descanso reglamentario entre partidos y la violencia cotidiana es apenas un número en una estadística que se actualiza cada noche.

Comienza entonces la que puede ser considerada como La Liga más loca del mundo. Sobre el juego en sí no hay noticias extraordinarias. Una inédita asociación. de tres personas llamada Fair Play (Juego Limpio) ha interpuesto un recurso de amparo para que el torneo no se inicie si antes no está garantizada la seguridad de los espectadores en los estadios.

La AFA inmediatamente se ha encargado de demostrarle al juez que está todo previsto hasta que un próximo muerto obligue a pensar qué falló otra vez.

Por su parte, el jugador colombiano Maurico Serna, una de las estrellas que incorporó el Boca, presentó un recurso para que se le permita integrar el equipo donde juegan habitualmente tres extranjeros, el máximo permitido hasta ahora. La presión del poderoso Boca, el acuerdo de la AFA y la buena voluntad de los dirigentes del sindicato de futbolistas seguramente coincidirán para que desde este torneo se permita que tres extranjeros sean titulares y otros dos puedan entrar en su remplazo durante el partido.