Una vieja denuncia

Felipe González lleva tiempo denunciando una conspiración que no sólo le afecta a él mismo y al PSOE, sino que, según sus palabras, implica a altas instancias del Estado. También lo han hecho, entre otros, Raimon Obiols, máximo dirigente en 1994 del PSC, y el escritor José Luis de Vilallonga. Obiols lo hizo en abril de 1994, alertando de que había una operación paria "enturbiar la vida política".Vilallonga lo hizo el 22 de agosto de ese mismo año en un artículo publicado en La Vanguardia: "Mis dos informadores me revelan la existencia de una confabulación que pretende desestabilizar al Gobierno, provocar la abdicación del Rey y proclamar una república de la cual sería presidente el ex notario Antonio García Trevijano". Vilallonga aseguraba que la primera etapa sería desestabilizar al Gobierno "atacando sin tregua a Felipe González".

Ese mismo mes de agosto, tres días después, González desvela en una entrevista publicada en EL PAÍS: "Existe un proceso más o menos articulado de deslegitimación institucional. Toca no sólo al Gobierno, sino que puede afectar a todas las instituciones". Para mayor solemnidad, González aprovechó el congreso del PSOE, el 20 de junio de 1997, y aseguró, tras confirmar que dejaba la secretaría general del PSOE: "Voy a dedicarme a desmontar la trama que existe hace tiempo".

En abril de 1996, González decía en TVE: "Hay algunos grupos que han intentado coordinadamente una operación de acoso y derribo al Gobierno. Se les conoce como el sindicato del crimen. Han actuado con una intencionalidad política que no corresponde a los medios de comunicación". En la misma entrevista, decía que quienes querían que perdiera el 3-M "lo han conseguido, pero no han conseguido (...) que me barrieran del mapa político".