Rusia recupera la cabeza del medallero
El nuevo orden mundial ha repartido mucho los poderes y, al menos en los Juegos de Invierno ya no existen las dos o tres grandes potencias que se destacaban más claramente en el pasado. Rusia, mientras ayer se seguían encaminando al triunfo en danza los brillantes Pasha Grishuk y Evgeny Platov, recuperó la cabeza del medallero con el oro de su biatleta (esquiadora de fondo y tiradora), Galina Koukleva. Pero suma sólo seis títulos, por cinco de Noruega y Alemania, que ayer no ganaron ninguno, y cuatro de Canadá, la gran revelación. Los canadienses se quedaron en tres oros en Lillehammer, hace cuatro años, y dos de ellos precisamente de su biatleta Miriam Bedard. Son, de momento la única buena cara de Norteamérica, pues Estados Unidos es el gran fiasco de momento, con sólo dos títulos, como Italia, apenas uno.Japón, que lleva tres, se tomó la revancha de su disgusto en los saltos del trampolín de 90 metros y su hombre más en forma y regular, Kazuyoshi Funaki, superó esta vez al finIandés Soininen, cambiando así dos puestos en el podio. Y Mashahiko Harada, el otro gran saltador nipón, salvó su fracaso del miércoles con un gran segundo salto (justamente el que falló entonces), el más largo del concurso 136 metros, que le valió la medalla de bronce.
La otra gran figura japonesa Hiroyasu Shimizu, la bomba del patinaje de velocidad no pudo ya en los 1.000 metros con los gigantes holandeses, que volvieron a copar el oro y la plata, como en los 5.000 metros del primer día. Y fue gracioso ver en el podio cómo Postma y Bos, de 1,90 metros, parecían los padres de Shimizu, 1,62. Postma le abrazaba por la cabeza en lugar del hombro.
Canadá, la revelación
Canadá ha subido en el medallero con su triunfo en bobs a dos, que aunque compartido con el debú de Italia rompe una racha inmensa de copo europeo en el podio de la especialidad (desde Garmisch, en 1936) y con el curling, los debutantes bolos de hielo. Confirmó ser la gran potencia y aunque cedió el oro a Suiza en hombres, ganó en mujeres. En los bobs, las diferencias son ya tan mínimas entre los grandes, que se igualaron hasta las centésimas tras cuatro mangas a 120 kilómetros por hora.En el hockey sobre hielo, habrá hoy un Canadá-Estados Unidos que echará chispas y que será el fin estadounidense si pierde. Ayer pasó Rusia muchos másapuros de los previstos para doblegar a Finlandia. En otro espléndido espectáculo, no exentode dureza, los nórdicos, con menos profesionales de la NHL, llegaron a ganar por 3-1 y sólo cedieron al final, por 4-3. Los rusos, que quizá acaben echando de menos a algunas de las grandes figuras enfrentadas a su federación, parecieron menos conjuntados de lo que debieran. En otro partido, la República Checa también goleó, entre muchos golpes, 8-2, a Kazajstán (Rusia lo había hecho 9-2), uno de los dos no NHL, de la fase final.
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