Los canadienses triunfan en patinaje y hockey
La velocidad sobre hielo es canadiense. En patinaje femenino y en hockey de los dos sexos. En artístico, en cambio, el campeón del mundo, Elvis Stojko, un patinador potente y veloz, se lesionó, no pudo arriesgar y se volvió a quedar en la plata, como en Lillehamer 94, esta vez tras el ruso llia Kulik. Allí fue tras Urmanov. Siempre Rusia que ya se impuso e parejas y puede ganar todos los títulos. Y fue bronce, también como en los pasados Juegos, el francés Philippe Candeloro.Catriona Lemay-Doen, 1,70 metros, 67 kilos, es una belleza de la velocidad. Plusmarquista mundial de patinaje en 500 y 1.000 metros, ayer se adjudicó ya la medalla de oro en el medio kilómetro, la prueba más rápida del hielo. Dominó claramente las dos mangas en que se disputa desde estos Juegos (cada patinadora hace una manga por la cuerda interior del anillo y la otra por fuera) para igualar el perjuicio de la fuerza centrífuga en las curvas. Lemay, fruto del maravilloso estadio Oval de Calgary 88, no batió su récord mundial de 37.55 segundos, pero hizo los dos mejores tiempos por dentro y por fuera: 38.21 y 38.39. El duro hielo de Nagano (aunque fuera la nieve sea blanda de lluvia) está impidiendo más récords, pese a la ventaja en la impulsión de los patines bisagra. Sólo en los 1.500 lo logró el noruego Sondral. Lemay ha alcanzado ya los 47,93 kilómetros por hora. Más alta, es la sucesora de la potente norteamericana Bonnie Blair, larga reina del sprint hasta hace pocos años. Y es tan esbelta, lo hace tan fácil, que no asombra como el japonés Shimizu, la bomba masculina, ocho centímetros más bajo que ella.
El asombro
Quienes sí siguen asombrando son los Equipos de Ensueño del hockey. Las mujeres, que han debutado con dominio también canadiense, no desentonan tanto como en otros deportes, pero es otra galaxia. Ayer, Estados Unidos, simplemente pasó el trámite de Bielorrusia, a la que goleó, 5-2, pero pasando muchos más apuros que Canadá (5-0) el día anterior.Pero el gran partido de la jornada era y fue el Suecia-Canadá. Los suecos, un enorme equipo, fueron el cerebro frío frente a la fuerza y, sobre todo, la rapidez, de los canadienses (con Gretzky y Fleury a la cabeza), que ganaron por 3-2, pero trabajando mucho. Suecia empezó aprovechando la primera gran tangana de los Juegos, que le dejó en superioridad. Marcó Lindstroem (Detroit Red Wings). Pero Canadá tiene también una tremenda moral de victoria y remontó en el segundo período. Nieuwendyk (Dallas Stars), MacInnis (Saint Louis Blues) y Blake (Los Ángeles Kings) marcaron en jugadas espléndidas de velocidad y precisión.
Roy, el portero canadiense, volvió a estar brillantísimo y Gretzky, el mejor jugador de todos los tiempos, empezó a levantar gritos de admiración con sus internadas. Ya está en el ocaso de su carrera pero todavía ofrece destellos deliciosos.
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