Despidos en Fundesco

Como antiguo trabajador de Fundeseo, quiero expresar mi protesta por las inexactitudes existentes en el artículo Telefónica impone un drástico recorte financiero y de personal en Fundesco, del día 5 de febrero de 1998.En ese artículo se dice: "A los cuatro meses, en abril, la plantilla fue recortada en un 40%, en un

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proceso de bajas voluntarias". Esto es radicalmente falso, ya que el proceso de bajas voluntarias, al que se acogieron no más de cuatro personas, fue abierto después de realizar unos 30 despidos, hecho absolutamente demostrable y conocido por ustedes a través de notas enviadas por el comité de empresa.

Sin embargo, coincido plenamente con las opiniones del señor Schwartz sobre el despilfarro en Fundesco, pues no puede calificarse de otra forma la presencia continuada de personal de Fundesco en el domicilio del señor Schwartz para solucionar problemas en los ordenadores de la esposa y la secretaria, impartir clases de informática a sus familiares, reparar con dinero de Fundesco los ordenadores de sus familiares y efectuar instalaciones de cableado en su domicilio para que sus familiares pudieran acceder a Internet a través de la conexión de Fundesco. Asimismo, pueden considerarse un despilfarro las inversiones que en su persona y en sus allegados efectuó el señor Schwartz a su llegada a Fundesco: una línea RDSI para su domicilio que Telefónica tuvo que tender bajo demanda, un ordenador portátil con interfaces para módem, línea RDSI y teléfono móvil, un ordenador para su domicilio, un teléfono móvil, la mejor agenda electrónica y todo el tiempo del personal de Fundesco que considerara necesario para mitigar sus torpezas y cumplir sus caprichos con el uso de todo este material, que, por supuesto, era de la mejor calidad que el dinero (ajeno) puede pagar.

Una remesa similar fue instalada al secretario general de Fundesco, contratado por Schwartz al poco de su llegada.

El señor Schwartz puede asegurar que su cargo en Fundesco es gratuito, hecho que desconozco, aunque dudo; pero olvida intencionadamente que su entrada en el grupo Telefónica ha llevado aparejada una subdirección general con importantes ingresos, además de una sustanciosa jubilación para la que apenas habrá aportado capital cuando comience a cobrar. También ha corrido Fundesco con los gastos de algunos de sus viajes, acompañado de su esposa, para reuniones cuya relación con los fines fundacionales de Fundesco son más que dudosos.

Tras esta corta pero fructífera estancia en Fundesco, Pedro Schwartz puede presumir de su contrastada eficacia en la gestión. Provocar en un año la desaparición de la empresa y el despido de 100 empleados es algo que ni los más aguerridos despedidores de la reconversión industrial en astilleros y altos hornos consiguen fácilmente.-