La juez deja en libertad a los padres detenidos por la muerte de su bebé

El matrimonio de Colmenar de Oreja detenido el jueves por la Guardia Civil por la muerte de su bebé de dos meses fue puesto ayer en libertad condicional y sin fianza por el Juzgado de Instrucción número 5 de Aranjuez. El origen del caso se remonta al pasado 28 de enero. Ese día, la niña, de 51 días, falleció. En principio se pensó que la muerte se debía a una enfermedad. La autopsia, sin embargo, demostró que había muerto a causa de un fuerte golpe en la cabeza.

Este hecho motivó la apertura de una investigación por parte de la Guardia Civil. Los agentes, siempre según las primeras versiones, interrogaron a los padres sobre el origen del traumatismo craneoencefálico. El matrimonio, según fuentes cercanas al caso, negó que hubiese maltratado a la niña o que se les hubiese caído.

La Guardia Civil, bajo la acusación de un supuesto delito de homicidio, les detuvo el jueves y luego les puso a disposición judicial. La noticia del arresto corrió como la pólvora en el pueblo y fue muy referida ayer en los medios de comunicación, pese a las desesperadas declaraciones de la familia del matrimonio a favor de su inocencia. "Los padres querían mucho a su niña. Yo les he visto darle el biberón y comérsela a besos. Y cuando se encontraba mala, la llevaban al ambulatorio y al hospital, y eso no lo hace alguien que no quiere a su bebé", decía ayer, con lágrimas en los ojos, el tío del detenido. El hombre, en pie en la puerta de su modesta casa, añadió: "Somos una familia que jamás ha hecho daño a nadie". En parecidos términos se expresaron los vecinos de la localidad. "Pero si yo le he visto crecer y es alguien incapaz de enfadarse con nadie", decía un anciano.

El hermano del esposo también les defendía a capa y espada. "Se han dicho muchas mentiras contra ellos y se les está linchando porque, como pasa siempre, son pobres e indefensos". El hermano señaló que el día de Reyes la madre descubrió que su hija sangraba por la boca y mostraba manchas negras en la piel. La llevaron entonces al hospital del Niño Jesús, donde permaneció tres días. Finalmente salió sin que se le hubiese detectado ninguna enfermedad. El pasado 27 de enero, los padres volvieron a llevar a la niña al hospital para una revisión, donde nuevamente. no descubrieron ningún mal. De regreso a casa, la acostaron y fue entonces, siempre según esta versión, cuando murió. "Ellos no ocultaron la muerte, sino que llevaron inmediatamente la niña al ambulatorio. ¿No pudo ocurrir algo en el hospital? ¿No fue quizá allí donde recibió el golpe?", se preguntaba ayer el hermano. Fuentes cercanas al caso insistieron en que la detención del matrimonio respondió a un hecho que aún sigue sin aclarar el golpe en la cabeza que acabó con la vida del bebé. El juez ha decretado el secreto del sumario.