Una Placa y seis tornillos en el peroné

"Doctor, adelante y que tenga suerte". Fue el deseo que los padres de un futbolista, Oswaldo Giroldo Juninho, el jugador brasileño del Atlético de Madrid, expresaron al doctor Pedro Guillén cuando ayer se disponía a operarle en la clínica madrileña FREMAP de una grave lesión. "La operación ha ido bien", les informó dos horas después el doctor. "Se le ha operado de una fractura-luxación del tobillo izquierdo. Se ha roto el peroné. En cinco meses puede volver a jugar, aunque se puede acortar el tiempo de la recuperación".

Atrás quedaron las lágrimas que Juninho había derramado a altas horas de la noche del domingo. El jugador acababa de ser sometido a unas radiografías en la clínica donde ayer fue operado. "Cuando vi la fractura en la placa", cuenta el doctor Guillén, "se la mostré al jugador. Se echó a llorar de rabia".

Por la cabeza de Juninho pasaron las imágenes de la entrada de Michel Salgado en el partido de Liga que el Atlético de Madrid y el Celta disputaron el domingo en Vigo. A falta de 20 minutos para el final, el brasileño se lanzó directo y solo hacia la portería contraria. Michel Salgado, para evitar un gol cantado, le hizo una entrada por detrás y sus tacos se clavaron en el tobillo de Juninho.

El sueño del Mundial

El árbitro internacional Gracia Redondo, director de una entidad bancaria en Teruel, no señaló falta en un principio, aunque después rectificó tras consultar con el juez de línea. Pero no le amonestó con tarjeta. Radomir Antic, el entrenador del Atlético, se ratificó en su calificativo al colegiado: "Su decisión fue la de un cobarde, porque sigo diciendo que estoy seguro que la vio". Michel Salgado, apenas acabado el encuentro, se sinceró: "Merecí la expulsión. Noté que le clavé los tacos, pero no fui a lesionarle".El jugador del Celta siguió en el campo mientras a Juninho, en los vestuarios de Balaídos, se le vendaba el pie dañado y, ayudado por unas muletas, viajó a Madrid en la noche del domingo. Las radiografías no engañaban. Horas después pasaba por el quirófano y a Juninho se le esfumaba la temporada y con ella casi con toda seguridad el sueño de un Mundial con su país, el primero que hubiera disputado.

La cara de Juninho camino del quirófano lo decía todo. "Miraba con tristeza", indicó el doctor Guillén. "Es la primera lesión grave que sufre. Su sueño es el Mundial". El jugador tuvo suficiente tiempo para hablar con el doctor durante las dos horas de la operación, realizada con anestesia epidural, con la que el paciente no pierde la consciencia. El doctor le contó a Juninho que jugadores como Sanchis y Juan Carlos, otro jugador del Atlético, ahora en el Valladolid, sufrieron la misma lesión y siguen jugando con sus equipos. "Al final me ha dicho que le 'atonte' un poco. No quería oir hablar de tornillos", dijo el doctor Guillén.

Juninho, una vez recuperado de su grave lesión, jugará con una placa metálica y seis tornillos en el tobillo izquierdo. Los médicos ya tienen programado aprovechar la próxima pretemporada para quitarle esas piezas metálicas, que requieren un tiempo para que cumplan su función: solidificar las partes dañadas.

La Liga acaba el 17 de mayo y casi un mes después, el 11 de junio, Brasil, como campeón actual, inaugurará el Mundial en París. Juninho, hasta ahora fijo en la selección brasileña que dirige Mario Zagallo, apenas tendrá tiempo para adquirir la forma física idónea tras la larga ausencia de los terrenos de juego. Juninho también se perderá la eliminatoria de cuartos de final de la Copa de la UEFA que el Atlético disputará el próximo Mies frente al Aston Villa inglés.

"Ahora estamos más tranquilos", respiraron Oswaldo Giroldo y Lucía Previato, los padres de Juninho que viven con él en Madrid, mientras el jugador se recuperaba en la clínica donde fue operado y que abandonará mañana. Hoy esperan que llegue de Brasil su hermana.