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Interior centra en Granada las pesquisas sobre los apoyos de ETA en Andalucía

El Ministerio del Interior va a centrar en Granada las investigaciones sobre el grupo que da información y cobijo a los activistas de ETA que operan en Andalucía y que el pasado viernes asesinaron en Sevilla al concejal del PP Alberto Jiménez-Becerril y a su esposa Ascensión García Ortiz. La policía ha determinado que los dos cartuchos del calibre 9 parabellum usados en el atentado de Sevilla fueron fabricados en 1974 y son de la misma partida que la bala que mató al guardia civil José Manuel García Fernández, el 3 de mayo del año pasado, en Zierbana (Vizcaya).

Agentes antiterroristas se han desplazado a Granada para apoyar en las pesquisas abiertas desde hace meses por la policía de esta ciudad en busca de pistas sobre los colaboradores de ETA que informan y ocultan a los miembros liberados [a sueldo] que han perpetrado en la región los últimos atentados.Fuentes policiales han confirmado que desde hace tiempo tienen la sospecha de que en la provincia de Granada puede estar asentada parte de esta infaestructura terrorista, aunque las investigaciones han resultado hasta ahora infructuosas. También es posible que ETA cuente con colaboradores de menor nivel en Sevilla y Málaga.

Pese a reconocer que "hay muy pocas pistas" sobre el atentado del concejal Jiménez-Becerril y su esposa, el Ministerio del Interior considera que el doble asesinato fue obra de uno o dos pistoleros expresamente desplazados a Sevilla para realizar esta acción criminal.

Andalucía ha sido escenario de varios crímenes de ETA a lo largo de los últimos 20 meses. El primer atentado que tuvo que afrontar el Gobierno del Partido Popular nada más llegar al poder ocurrió precisamente en Córdoba, donde el 20 de mayo de 1996 murió por la explosión de un coche bomba el sargento del Ejército Miguel Ayllón. El juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón dictó tres semanas después una orden de busca y captura contra los etarras Jon Bienzobas Arretxe, Karaka, y Sergio Polo Escobés por su presunta implicación en este atentado. Teniendo en cuenta éste y otros antecedentes, Interior sospecha que Polo es uno de los etarras que pudo intervenir en la muerte del edil sevillano y su esposa. En las hipótesis de los investigadores figuran también Jon Bienzobas y Juan Antonio Olarra Guridi, Jokin.

Las fuerzas de seguridad atribuyen a Polo una gran movilidad desde que a finales de 1995 pasó a la clandestinidad y se integró en un grupo ligado al comando Donostia. Así, la Ertzaintza relacionó a este etarra con el atentado con explosivos que en diciembre de ese año costó la vida al comandante del Ejército Luciano Cortizo, en León, y con otro atentado que un mes antes causó graves mutilaciones al capitán Juan José Aliste en Salamanca.

Un piso en Pasaia

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La policía autónoma vasca identificó a Polo, de 26 años, tras registrar el 5 de febrero de 1996 un piso franco en Pasaia de San Pedro (Guipúzcoa), donde se hallaron escritos dirigidos a la cúpula de ETA para informar sobre los atentados de León y Salamanca. En la vivienda se encontraron cinco bombas lapa similares a las empleadas en ambas acciones.La policía tiene la convicción de que esta especie de comando itinerante que actúa en Andalucía está compuesto por etarras experimentados, pese a carecer hasta ahora de datos sólidos sobre sus integrantes.

El análisis de los dos cartuchos del calibre 9 parabellum, de la marca SF, que mataron al matrimonio Jiménez-Becerril ha determinado que esta munición fue fabricada en 1974. Un proyectil del mismo lote fue empleado por el terrorista que el 3 de mayo del ano pasado mató de un tiro en la nuca al guardia civil José Manuel García Fernández, de 43 años, cuando se encontraba con su esposa en la marisquería El Puerto de Zierbana (Vizcaya).

Los testigos del atentado de Zierbana describieron al homicida del guardia civil García como un joven bajo y de complexión menuda, que actuó con gran frialdad. El estudio de la trayectoria de la bala que mató al concejal sevillano Alberto Jiménez-Becerril ha determinado también que su asesino fue una persona de menor estatura que el edil, quien medía aproximadamente 1,90. Sin embargo, según fuentes policiales, la pistola usada para cometer ambos crímenes no fue la misma.

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